BABEL: bienvenidos al hiperdrama

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Tras unas semanas navideñas con la cartelera un poco floja, en los límites del año pasado se estrenó una de las películas más esperadas de la temporada, la nueva obra de Alejandro González Iñárritu, un director tan personal como interesante. Mucho era el interés por este film, habida cuenta de las referencias del cineasta más la presencia de estrellas como Brad Pitt o Cate Blanchett como reclamos, así como su exitosa acogida en el Festival de Cannes. Sin embargo, tras verla, me queda una sensación más fría que caliente, por decirlo de algún modo. (Reseña con spoilers)

Y es que el tándem formado por el director más su guionista habitual, Guillermo Arriaga, empieza a mostrar graves signos de agotamiento. Aquellas estructuras que tan bien funcionaban en la extraordinaria ‘Amores perros’ o en la notable ’21 gramos’, se ven llevadas al extremo en ‘Babel’. Como siempre, se tratan temas como las inesperadas consecuencias de nuestros actos, la conexión a veces invisibles entre las personas y, especialmente aquí, la incomunicación como barrera ya no idiomática, sino sentimental y humana. No obstante, a pesar de estar dispuestos a dejarnos llevar nuevamente a esos puzzles humanos unidos por el destino, creo sinceramente que a los escritores se les ha ido la mano pero bien. Una cosa es enlazar historias a base de accidentes o tiros al aire, pero otra muy distinta es forzar las uniones hasta los extremos tan inverosímiles que se nos pretenden hacer creer. Sinceramente,  me parece ridículo que un japonés aficionado a la caza le regale a un pastor marroquí un rifle que acaba hiriendo a una turista americana por obra y gracia de un niño con una sobrenatural puntería innata. ¿Posible? Desde luego, pero aún así extremo.

En el intento por globalizar la narración y demostrar que las heridas, tanto físicas como emocionales, duelen tanto en un hemisferio como en otro, Arriaga e Iñárritu fuerzan demasiado los hilos y acaban por menoscabar el efecto dramático a golpe de incredulidad. Aquí entraría también lo que en el título he llamado como “hiperdrama”. Como si de un libreto de Murphy se tratara, en esta historia si las cosas pueden ir mal irán terriblemente mal. Y ocurre lo inevitable: el drama hiperbolizado acaba por mutar casi en una comedia. No os llevéis aún las manos a la cabeza, me explico. Vale que se te escape un tiro y le des a alguien (cosa que ya hizo el lumbreras de Arriaga en ‘Los tres entierros de Melquíades Estrada’), pero que encima tu hermano te deteste y tú quieras tirarte a tu hermana es ya de chiste. Vale que cometas la torpeza de llevar los niños a tu cargo a donde no debes, pero que además acabes perdida en el desierto, perseguida por la policía y finalmente repatriada manda narices. Vale que a tu mujer le peguen un tiro, pero que tu criada haya abandonado a tus hijos en medio la nada es para pegarse un tiro. Lo dicho, si con eso pretendían hacerme llorar mejor que me hubieran regalado una cebolla con la entrada.

Lo que en sus anteriores películas se perdonaba por la calidad de sus diálogos y su arriesgada concepción del montaje, se pierde ahora en alternar las cuatro historias, a cada cual más insulsa. Puedo tragarme el fragmente protagonizado por  Pitt y Blanchett (sin duda el mejor, lo que no es decir mucho), pero los demás pecan de mal enfocados y peor desarrollados. La historia de la chica sordomuda más caliente que el cenicero de un bingo no hay por donde cogerla, y la de su padre el cazador tampoco. Luego tenemos la parte de la criada mexicana que decide llevarse los niños que cuida a la boda de su hijo en México, una decisión tan poco acertada como difícil de creer. Acciones de personajes irresponsables que no provocan la mínima empatía, a excepción de los mencionados turistas americanos. Y lo peor del caso es que un servidor no se emocionó ni un solo momento, a pesar de ser un público fácil dispuesto a entrar en el juego.

Con el transcurrir de los minutos uno ya ha pillado el mensaje: las diferencias culturales, el aislamiento, la incomunicación… pero la historia no acaba de arrancar y menos de convencer. Mediante el alterne de los tres ejes fundamentales (Marruecos, México y Japón) se pretende meter dinamismo a una película que pasa de un fragmento aburrido a otro sin provocar nada más que la abulia. A destacar dos escenas de alto poder anestésico: la salida nocturna en la discoteca japonesa y la boda mexicana. En la primera, nuestra pobre sordomuda no puede disfrutar del ambiente a causa de su discapacidad y tenemos que asistir durante incontables minutos al contraste entre el sonido y el vacío a ritmo de videoclip. En la segunda, cual ‘Lonely planet’, Iñárritu se convierte en improvisado cámara de una boda en la que hay hueco para “disfrutar” de la comida, el baile, la tarta y hasta de meter con calzador un antiguo amor de la protagonista, todo ello causando la desesperación del espectador, que a estas alturas está por preguntarle al acomodador si pueden pasarle directamente el fragmento de Pitt para ir abreviando. Además, para más inri, toda la proyección se acompaña con la monofónica melodía de Gustavo Santaolla, que en esta ocasión ha hecho poco más que grabarse mientras afinaba la guitarra, lo que acaba por convertir la proyección en una dosis visual de valeriana.

Otro tema interesante a discutir es la labor de los actores. Tras haber escuchado maravillas uno no hace más que esperar encontrarse con las interpretaciones del año, cuando en realidad rozan lo discreto. Lo curioso del tema es la buena prensa que, especialmente, ha recibido Brad Pitt. En mi opinión, Pitt es un gran actor, hecho que ha demostrado en más de una ocasión (‘El club de la lucha’ y ’12 monos’ son conocidos ejemplos), pero ha tenido que actuar con un extranjero independiente y ponerse canas para resultar más creíble y maduro. Me recuerda al caso de Tom Cruise en ‘Collateral’, otro gran actor al que alabaron tras avejentarse un poco. Volviendo al cauce de la cuestión, Pitt, Blanchett y sus menos conocidos compañeros de reparto, lo hacen bastante bien, pero están lejos de recibir el reconocimiento excesivo que han recibido. Mención aparte merece Gael García Bernal, que más que actuar se pasea brevemente por la pantalla dando la impresión de haber acabado una juerga en el plató de un amigo.

La conclusión que saco de ‘Babel’ es que la gallina de los huevos de oro está más seca el desierto del Gobi. La fórmula mágica de desconocidos unidos por trágicos acontecimientos está muerta, rota y sin otra salida que reinventarse. Estos dos autores han abusado mucho de ella y de la paciencia de los espectadores. Esperemos que la próxima nos traiga al nuevo.

Nota: 3

Lo mejor: la historia de Marruecos.

Lo peor: su afán por resultar trágica y demoledora hasta límites absurdos.

(Ver ficha)

Fdo: Stan

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  1. #1 por Zoográfico el 11 enero, 2007 - 15:01

    Los fallos de guión son remarcables, pero Iñárritu llega a un momento en que no sabe cómo darle más verosimilitud a la historia y se echa la cámara al hombro, como si fuera un documental… lo desconcertante de eso es que lo hace en escenas salteadas. La pieza que aporta la historia de la china es la que peor encaja en el puzzle, ya que las otras historias (la del padre de la china más que historia es anécdota) son conflictos que, de una u otra forma, implicaban a un colectivo. Por eso, al ver una historia intimista en medio de tanta crítica social, terminas de hacerte la picha un lío. Stan, estoy contigo en que todo está demasiado forzado, tanto es así que los personajes se quedan vacíos, sin subtexto ni nada que se le parezca, y las historias se cruzan de una manera perjudicial las unas para las otras, ya que no se saca nada en claro. También aprovechan tanto despropósito para ponerle la guinda política al pastel. Si te la tomas a risa, la peli se convierte en un chiste demasiado largo y lo bueno, si es breve, dos veces bueno. Un saludo!

  2. #2 por calle 42 el 13 enero, 2007 - 15:44

    cuando uno ve una pelicula no debe ir arriesgando a que lo vean entrar en una pelicula en la que trabaja Brad pitt o desdeñar el ahora triunfo del director, me parece que lo que hay que tener es un par de ideas ser imaginativo y hacer una pelicula de puta madre como esta, lo que os pasa a mucha gente de la coruña es que vivis en una peninsula cultural y afrodisiaca que no da ningun argumento valido para criticar una de las ultimas y mejores aventuras del cine social, racional y politicamente incorrecto
    un film psicologico y perfectamente encuadrado en una literatura iberoamericana pensais que teniendo un par de personajillos avispados como el rivas y el xouto que no tienen ni idea pensais que sois el paladin de la cultura gallega, tio leete buena literatura de cine y esapvila

  3. #3 por Chico Viejo el 13 enero, 2007 - 17:34

    ¿¿¿¿¿¿¿LO QUE LES PASA A MUCHA GENTE DE LA CORUÑA?????????

    JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJ… JAJAJAJJAJAJAJJAJAJ…. AJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJJA…

  4. #4 por Starman el 13 enero, 2007 - 18:11

    Oye CV, el sudaquismo ha encontrado un serio competidor, ¿no crees?
    Ahora, además de comunistas, somos gallegos…
    A mi me da que se trata de un efecto Videodrome, los tenemos bien enganchados y enfermos…

  5. #5 por Chico Viejo el 13 enero, 2007 - 18:25

    Totalmente, camarada Starman. Esta gente tiene que morirse por vernos empuñando unas espadas voladoras y visitiendo camisetas con el lema «Lenin no ha muerto».

  6. #6 por Stan el 13 enero, 2007 - 18:58

    Sin palabras. Yo ya puedo jubilarme tranquilo. Sólo una cosa, ¿De dónde saca lo de La Coruña? Y si fuera de allí (precioso lugar, por cierto) ¿qué tiene que ver? En fin…

  7. #7 por JimmyBahia el 15 enero, 2007 - 09:41

    Pues supongo que lo dira porque a los Españoles en Sudamerica nos llaman gallegos. Pero a mi eso no me preocupa aunque de una provincia ha hecho todo un pais que es algo que vienen haciendo un monton de personajes desde hace un tiempo lo que si me preocupa es que la ha convertido en peninsula con ciertas peculiaridades por cierto «…que vivis en una peninsula cultural y afrodisiaca…» jajajajajaa ya me gustaria a mi pero ni cultural ni afrodisiaca, bueno lo último depende de a quien le preguntes….

    Por cierto Cv me das un disgusto? Lenin ha muerto? 😦

  8. #8 por Stan el 15 enero, 2007 - 10:50

    A saber lo que habrán hecho los gallegos en sudamérica 😉

  9. #9 por Starman el 15 enero, 2007 - 23:35

    Aaaah, ahora lo pillo
    Pues aún así el tipo este habla como si estuviera lobotomizado, dejando aparte ese esfuerzo (me juego las pistolas a que se tiró media hora o más para redactarlo) por parecer culto y leído.
    ¿Afrodisíaca?
    ¿Psicológico y encuadrado en una literatura iberoamericana?
    Kremlin, tenemos un problema

  10. #10 por wwaaany el 14 febrero, 2007 - 17:46

    si te la das de muy chingo STAN por que no te pones hacer una buena pelicula o a escribir un verdadero guion, aver, BABEL ES DE LO MEJOR DEL AÑO ,

  11. #11 por Stan el 15 febrero, 2007 - 14:24

    Es que soy un chingo muy chungo que se chinga con nada… Ahora puedes empezar a rebatir mis razones. Ya sabes, soy de los que necesitan una explicación tras una aplastante (y seguramente no meditada) afirmación.

  12. #12 por Pomo el 15 febrero, 2007 - 16:05

    La reseña publicada por Stan se me hace pésima creo que su humor negro resulta pedante. En realidad creo que secretamente esta enamorado de Brad Pitt. Hijo deja esto de las reseñas pues la verdad es que no tienes ni puta idea.

  13. #13 por estorbosity el 15 febrero, 2007 - 16:15

    Comentario borrado por causa establecida en la cláusula 34 del reglamento de este blog: «se borrarán todos los comentarios escritos por imbéciles que hagan uso de su nula facultad mental».

  14. #14 por Stan el 15 febrero, 2007 - 20:50

    Humor negro: clase de humor que se basa en sacar partido o chanza de situaciones en principio escabrosas o desagradables. Por ejemplo, chiste:
    – ¿Emergencias? Socorro, necesito una ambulancia!!! Mi amigo ha sufrido un accidente de caza!!!
    – (la operadora) !Oh, dios mío! ¿Está muerto?
    – (se oye un disparo y a continuación): Ahora sí, ¿qué hago?

    Obsoleto: algo que ha quedado desfasado o superado tecnológica o culturalmente por sustitutivos actuales. Véase: Tengo un 486, mi ordenador está obsoleto.

    Después de las aclaraciones léxicas (puesto que ya se ve que tenéis una capacidad de expresión que tiende a cero) tan solo decir que una crítica es subjetiva, no una verdad universal que se sustente sobre «fundamentos fijos». Es, por tanto, una opinión personal que debe ser respetada, o al menos ignorada, por aquéllos en contra. Es un principio básico de educación (junto con razonar sin insultar) que nos permite convivir sin altercados.
    Espero que dejéis de insultarme sin razón. Gracias.
    Pd: Un buen ejercicio de humildad sería analizar imparcialmente una película venga de donde venga. Que critique una producción (por otra parte ampliamente galardonada) no significa ni por asomo un intento de ir contra México, USA, Japón, o cualquier otro país. De nuevo gracias.

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