No hay nada mejor que la sinceridad. Juan Marsé hablando sobre las deficiencias del cine español

 

 

Raro sería ver a un productor, director o actor español tirando piedras sobre su propio tejado. O mejor dicho, diciendo cosas que más de uno sabe pero que no se atreven a decir. Evidentemente porque comen de ello. Y siempre es más fácil, en la actualidad, echarle la culpa a la piratería por los desastrosos resultados en la taquilla del cine español. Hace bien poco escuché algo que me heló la sangre. Escuchad bien. «Se ha dado más dinero en subvenciones al cine español, que dinero ha recaudado». Osea, que el resultado es negativo a más no poder. Como aquí nadie tiene la culpa de nada y todos son superguays, pues si ahora tienen la excusa de los piratillas, antes tenían la de que todo el mundo quería ver cine americano. Igual que ahora, no nos engañemos por favor.

Por eso resulta extraño, beneficioso y sobre todo sincero, leer las palabras del escritor Juan Marsé. A más de uno le habrán chirriado los oídos cuando las soltó. Y es que sería como ver a Sean Connery en el making off de «La Liga de los Hombres Extraordinarios» comentando la bazofia de película que hizo. Imposible ¿verdad?.

Pues agarremonos, porque ha puesto las cosas en su sitio. Una frase lapidaria como ésta no deja indiferente a nadie:

 
«El talento siempre es necesario y yo siempre lo echo de menos de alguna manera. Siempre espero más y mucho más.

El cine español tiene bastantes problemas, pero uno de ellos es el estímulo en la creación, empezando por el guión»

 

 Ni que decir tiene que ver un guión medianamente bueno o interesante, parece una tarea digna del hijo de Zeus. El año pasado conseguí ver tres buenas películas españolas. «Los Cronocrimenes», «3 Días» y «El Rey de la Montaña». Pero para mí no son mas que excepciones dentro de una producción que provoca mi total desinterés. Lo siento, no soy tan chovinista como los franceses.

Más de uno podrá decirme que el cine de Hollywood no está tampoco para presumir. Remakes, secuelas, adaptaciones que ya tienen medio camino hecho de cara a un guión. Que queréis que os diga, no os faltaría razón si sacais el tema. Pero sería desviarnos. Como dice el dicho «mal de muchos consuelo de tontos». Qué me importa a mí si el vecino no llega a fin de mes, si el que no llego soy yo. Es un decir, que conste.

De las palabras de Juan Marsé se desprende que las causas que tan cansinamente se esgrimen, son a veces las que interesan a unos cuantos. No importa que la calidad de las películas sea baja, que la imaginación brille por su ausencia, o que los guiones, historias o como queráis llamarlo, provoque la risa y el sonrojo del espectador. Es el emule, el torrent, el ares, la descarga directa, el demonio que hace pupa al cine español.

Marsé comentaba que no se ha dedicado el tiempo suficiente a los guiones cinematográficos. Si hace falta más dinero o más medios, se tendrían que poner para subsanar ese error. Pero la ministra González-Sinde tuvo que salir en defensa de sus colegas. ¿Alguien lo dudaba?. Destacó que los guionistas están situados en lo más alto de la cadena. Una mentira pero que bien gorda. Precisamente porque la mayoría cobran unos salarios paupérrimos. Suelen tener puertas cerradas cada vez que van con un guión debajo del brazo. Y si la serie o película es un éxito, si te he visto no me acuerdo.  Las palabras de la política no podían ser otras que las siguientes:

«Comparto con Juan Marsé que el momento de la creación es el más vulnerable y es el que hay que estimular y propiciar, también desde el Ministerio de Cultura. Habrá que analizar despacio por qué hay esa percepción (sobre la baja calidad de los guiones españoles).»

 

Lo de «analizar despacio» me ha roto. Sobre todo porque es lo que dicen los políticos cuando no saben que coño decir. En resumen, no van a hacer nada. Se seguirán forrando los cuatro productores de siempre con las subvenciones que les dan. Y los que tienen que hacer las películas artesanalmente, con cuatro euros y una subvención de mierda (hablando en plata) seguirán con grandísimas dificultades.

Marsé acabó diciendo que la ministra de cultura podía dar un giro a todo esto. Supuestamente porque conoce los problemas del sector que nos ocupa. Ejem, ejem, ejem. Precisamente esta señora ha participado como guionista en una de las mayores estupideces que nos ha ofrecido el cine español en los ultimos tiempos. «Mentiras y Gordas». Sobra cualquier tipo de comentario. Todo seguirá igual y punto. Tampoco es de extrañar que Marsé diese su apoyo a González-Sinde. La conversación se mantuvo en la entrega del premio Cervantes que obtuvo el mencionado escritor.

 

 

Fuente: Tu Blog de Cine

 

Fdo: Snake