Antena 3 y sus peliculones

 

No me extraña que cada día vea menos la televisión. Pero cuando hago el consiguiente zapping de rigor me entra el escojone total. Sobre todo con muchas de las cosas que «vende» la cadena «Antena 3». Ayer sin ir más lejos me encontré con una de esas cosillas que tanto me hizo reir a mandíbula batiente. Como decía el comentarista deportivo José María García «Ojo! al dato».

Los Sábados deben de tener un pequeño sitio en su parrilla televisiva donde el cine tiene algo que decir. No en vano te ponen eso de «El Peliculón». Algo que tendría que indicar eso mismo, un peliculón como la copa de un pino. Una película que dijeses «hombre, pues voy a verla. Me armo de valor y me trago los anuncios interminables porque la movie merece la pena».

Bueno, pues el «peliculón» de ayer era ni más ni menos que «El Día de los Trífidos». Un remake televisivo (más bien una miniserie) rodado el año pasado, sobre una película de ciencia-ficción que a la larga se ha convertido en objeto de culto (más por la época en que se hizo que por otra cosa. Alguna crítica que he leído por la web no la deja muy bien que digamos). Protagonizada por Dougray Scott (el que ejercía de malo en «Mission Imposible 2»), Brian Cox, Vanessa Redgrave o Jason Priestley (el pavoncio ese que salía en «Sensación de Vivir») entre otros,  y con un argumento que me tiró para atrás al verlo en la información que dan ahora la TDT apretando simplemente un botón (que ya podían dar más datos, pero ese es otro tema).  Aguanté como dos minutos y medio, justo cuando empezaron a aparecer las letras, con eso digo todo.

La sinopsis (por si alguien está interesado en saberla) es la siguiente:

«Bill Mason es un biólogo que trabaja en una corporación dedicada a explotar el combustible vegetal que se obtiene a partir de los trífidos – unas plantas mutantes carnívoras que son mantenidas en cautiverio de máxima seguridad -. Los trífidos fueron hallados en Africa hace más de treinta años, y desde entonces han sido modificados genéticamente para que su producción de petróleo vegetal fuera más fructífera. Pero en una de sus recorridas Mason es atacado en los ojos por una de las plantas, y es enviado a un hospital en Londres. A la mañana siguiente Mason se despierta y encuentra que la ciudad está sumida en el caos, ya que toda la población ha quedado ciega después de presenciar una extraña aurora boreal. Poco a poco Mason comienza a enterarse que el fenómeno ha sido global, y que la inmensa mayoría de la humanidad ha perdido la vista. Y, en medio del desastre, las fuentes de energía han fallado y han liberado a los trífidos de sus celdas. Ahora Mason y un puñado de videntes deberán sobrevivir, no sólo a los ataques de las plantas sino también a las facciones extremistas que han surgido y luchan violentamente por hacerse con el poder en medio del caos.»

Y aquí abajo tenéis el trailer por si vuestra valentía todavía no ha tenido alguna que otra fisura.

 

El día de los trífidos

 

La moraleja de todo esto (o el aviso para navegantes) es que no por mucho anunciar que lo que vas a ver es un peliculón, al final vaya a serlo. Y en este caso ni de lejos. Seguro que vosotros, queridos lectores, os habréis encontrado con no pocos ejemplos como el que os he puesto aquí.

 

Fdo: Snake