‘Ant-Man’ – Marvel apuesta por el humor

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Aquí viene lo difícil: hacer una reseña sobre el hombre hormiga sin hacer ningún juego de palabras sobre el tamaño. Y si os fijáis en las noticias, os daréis cuenta de que siempre hay alguna puntilla ingeniosa sobre el tema. En su lugar intentaré explicaros que Ant-Man es la película que da cierre a la Fase 2 de Marvel, que se inició con Los Vengadores hace ya tres años. En todo este tiempo, los personajes que conocimos a partir de 2008 han ido conociéndose e intercambiando mamporros, y se preparan para elegir bando en el acontecimiento más importante tras la prometida Guerra del Infinito: Civil War.
Bueno, todos los personajes no, porque hay varios que han ido retrasando su aparición en el universo cinematográfico de Iron Man por distintas razones. Es el caso de Spiderman, a quien ya veremos, o este hombre capaz de encogerse hasta el tamaño de un insecto.

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Edgar Wright estaba trabajando en Ant-Man desde 2006, pero no sé muy bien por qué nunca llegó a ponerse tras las cámaras. Parecía que estaba siempre ocupado o postergándolo, hasta que al final discutió con el estudio y se alejó en medio de una gran polémica, el preámbulo a la ruptura de su amigo Joss Whedon por idénticas razones. Con ocho años de retraso, Ant-Man ya no tiene que construir y presentar un universo, tiene que subirse a un tren en marcha y encajar bien con el resto de personajes, y eso es lo que hace en una película divertida con un humor muy marcado, acercándola casi al terreno de la comedia. Los chistes son más constantes que en Guardianes de la Galaxia, y esto tiene que ser así por una razón: la constatación de que hay superhéroes muy absurdos.
Podemos entender a Batman, Superman, Iron Man, el Capitán América o decenas más, pero un personaje como el hombre hormiga, que se encoge y habla con los insectos, puede parecer demasiado forzado y hasta ridículo. Es la verdad, ni me imagino cuántos personajes estúpidos tiene que haber en los cómics. Para que nosotros entremos al trapo, nos lo creamos y, más aún, lo aceptemos, tiene que caernos bien. Y Paul Rudd lo consigue con un personaje macarra que se complementa muy bien con Michael Douglas, otro de esos actorazos que participa en las tan denostadas películas de superhéroes con un papel bastante bueno y de mayor extensión que el de Robert Redford. Por su parte, Evangelinne Lilly podría parecer el típico personaje florero pero no molesta, aunque tampoco es que aporte demasiado, algo que ya es hasta tópico en muchos personajes femeninos.

Sí, Ant-Man es común y todo lo hemos visto ya. Su esquema es el clásico de presentación de hombre con habilidades extraordinarias, más un traje, más un entrenamiento, más un villano con una versión ligeramente distinta del mismo traje y un enfrentamiento final, pero no se hace pesada ni intenta ser más de lo que debe ser. Quizá a algunos les molesten las ligeras menciones a los Vengadores, pero es algo que no podemos evitar en el plan maestro del estudio. Lo que sí podemos hacer es disfrutar con un planteamiento tan chorra que si funciona es porque nos divierte y hace pasar un buen rato, reír a carcajadas y hasta coger cariño a las hormigas que desfilan por la pantalla. Es ingeniosa, más intimista de lo que estamos habituados en este tipo de producciones y recuerda a otros clásicos como Cariño, he encogido a los niños o la fallida El chip prodigioso. También nos avisa de lo que viene a continuación, y del papel que Ant-Man podría desempeñar en la guerra civil que se avecina.

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  1. #1 por pañuelos para la cabeza el 29 julio, 2015 - 12:46

    Es una buena forma de orientar la trama, teniendo en cuenta que hablamos de un superheroe cuyo nombre es «el hombre hormiga».

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