‘Noche en el Museo 2: Batalla en el Smithsonian’ – Batalla en el aburrimiento

Ha vuelto Ben Stiller para ser el único y mejor guarda de seguridad que haya puesto los pies en museo alguno. Aquí tenemos, con Noche en el Museo 2: La batalla en el Smithsonian, el vehículo perfecto para su lucimiento exclusivo. Y si la primera tenía bastantes gracietas y te reias, y hasta en algunos momentos era interesante, aqui excepto 4 gags, el resto es más de lo mismo pero hasta peor hecho.

Desde el principio, donde vemos a Stiller como ha conseguiro levantar su carrera (aunque sea inventando cosas de los más estúpidas), sabemos cuando vuelve al museo para ver a sus amigos de la primera entrega, como va a acabar todo, pero aún así, una sigue teniendo esperanzas de que por lo menos la hora y media que dura sea de risa y haga que te olvides del mundo exterior. Pues no. Porque hay 3 momentos, sí, sólo 3 momentos (y creo que estoy siendo benévola), donde la risa esta asegurada.

Llevo dos semanas para hacer la reseña, pero me acuerdo de Darth Vader intentando entrar en la «alianza del mal» junto con uno de los malos de los ¿teleñecos? ¿barrio sésamo? que han formado esos tres señores de la foto junto con el malo malísimo de la función, y me quedo totalmente sin ideas. Y conozco gente a la que le ha gustado la escena, pero a mi ridícula me pareció bastante, igual que juntar a esos tres señores.

Y lo peor, es que creo que habiendo tantos villanos en un museo, o incluso los que han llegado a escoger (Napoleón, Capone y Genghis Kan), y ponen como al que mueve los hilos a un faraón derrocado por su hermano menor, con ansias de gobernar al mundo trayendo a sus súbditos del portal del inframundo cuya llave la tiene…..tachan, tachan…..el capullo del babuino!!!!

En fin……..que tenemos más de lo mismo. Yo que creia que nuestro Larry se quedaba con la chica de la primera (Carla Gugino), y aqui aparece «descompuesto y sin novia», pero para eso esta la pizpireta Amelia (Amy Adams), para hacer que se le pase la tontería al mejor guarda de seguridad de todos los tiempos, con las ansias que tiene de ser mujer, de poder hacer todo lo que este en su mano, eso si, siempre con una sonrisa con la que deleitar a nuestro protagonista.

Menos mal, que si algún momento de la peli se salva, es con la relación amor-odio que hay entre los dioramas de Jebediah (Owen Wilson) y Octavius (Coogan), porque ni siquiera la multitud de personajes históricos de relevancia que aparecen en la película hace que mantengas un ligero interes por la misma.

En resumen, 3 momentos graciosos se salvan de la película. Es poco entretenida y mucho menos interesante, ya que lo que tenia la primera de original, aqui ya lo conocemos (ya sea en forma de T-Rex en movimiento o de Abraham Lincoln paseando palmito por el Smithsonian). Las escenas de risa, estan metidas con calzador. Volvemos a tener el mismo dilema moral que en la primera, y para colmo aqui, el malo es lo único que da risa.

Para leer la ficha de la película, pincha aqui.

Karelia