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Recordando algunas escenas antológicas: ‘Los Profesionales’- La revolución es una mujerzuela-
Publicado por Harry Powell en Recordando algunas escenas antológicas el 7 mayo, 2013
«…Cuando el tiroteo termina los muertos se entierran y los políticos entran en acción…»
(Bill Dolworth)
Un western, seguramente uno de los mejores. Un merecedido descanso en un tiroteo que enfrenta a dos viejos amigos. Jesús Raza(Jack Palance) y Bill Dolworth(Burt Lancaster), dos compañeros de armas, dos «canallas» con honor careados por el lacerante e irónico destino. Uno de los dos debe morir, puede que los dos, o puede que ninguno. Ambos hacen lo que tienen que hacer, o lo que deben hacer. Uno lucha por dinero y el otro por la mujer que ama, aquí no hay buenos ni hay malos, no hay odio ni rencor, no hay mentiras ni falsedad, las balas-jueces justos- decidirán quién sigue en pie.
Ambos están heridos, ambos están fatigados, y conscientes del desgarrador final-sea cual sea el desenlace- dialogan en calma, esa calma que precede a la tempestad, mientras cargan sus revólveres. Ellos se admiran, se palpa en el aire, pero no titubearán ni por un instante al apretar el gatillo. El calor del desierto es sofocante, pero no les tiembla el pulso, nunca les ha temblado. Uno de los dos debe morir, el otro seguirá su camino, cabizbajo, sin mirar atrás, no habrá lágrima alguna, no habrá remordimientos, tan sólo habrá alguna bala menos en el cargador, y un amigo menos, un gran amigo menos. Pero antes de morir siempre hay tiempo para hablar de principios, de valores, de esa puta llamada revolución, y de los que se quedaron atrás por amarla. Y de mujeres ¿Por qué no? Al fin y al cabo hoy es un buen día para morir, y mejor si es a tu lado, y mucho mejor si es a tus manos. Amigo mío,hoy es un buen día para morir.
Recomendaciones cinéfagas: “Amor a Quemarropa”, “Los Profesionales”, «Pacto de Sangre» y «Akira»
Publicado por JL Caviaro en Recomendaciones cinéfagas el 9 junio, 2010
De nuevo es Miércoles y las recomendaciones cinéfagas vuelven a estar presentes (a eso sumadle el conveniente toque de mi secretaria personal. La cual me comentó que omitiese su nombre. De todas maneras ahí dejo constancia de su mirada atenta :P). Una vez más tenemos variedad de géneros. Tanto por una de las mejores películas del irregular (y mareante) Tony Scott, como por una película del Oeste protagonizada por Burt Lancaster y Lee Marvin, así como la primera película que dirigió Stan Winston y terminando con una de las mejores películas de animación japonesa. Que no se diga que no hay para todos los gustos y colores.
Western: Por un Puñado de Títulos.
Publicado por Harry Powell en Especiales el 9 enero, 2010
¿Cómo empezar un post dedicado al género del Western? Pues en principio declarando enérgicamente que dicho género sigue vivo-desgraciadamente no coleando- aunque a muchos les pese y se empeñen en enterrarlo antes de tiempo. Pero hablando con abatimiento, sinceridad y conocimiento de causa, me duele en el alma reconocerlo por el cariño que tengo a las pelis de «vaqueros», pero tengo que admitir que el cine del «Oeste» está pasando por un indiscutible mal momento-¿sólo este género o todo el cine en general?-. Lo digo por si alguien no se había percatado. Son poquísimas las productoras y en consecuencia los cineastas que apuesten por nuestro viejo y queridísimo amigo el «Western», no están por la labor, por lo visto es mucho mejor mear sobre meado…
En esta época de remakes profanos e innecesarios que nos ha tocado vivir, donde la imaginación y la originalidad brillan por su ausencia, está visto que los «señores del dinero» prefieren ahorrar esfuerzos y neuronas produciendo adaptaciones de comics y Best-Sellers de éxito-cosa de la que no estoy nada en contra si se hace con respeto y ganas- que invertir tiempo y dinero en un caballo-al parecer- perdedor y agonizante como es el cine del «Oeste». Algo que por otra parte es muy comprensible, porque visto lo visto ¿para qué cambiar una fórmula tan rentable? Pues «remakear» filmes que en otros tiempos ya triunfaron, o escribir guiones basados en una obra literaria o en un cómic, resulta mucho más sencillo y fructífero que estrujarse los sesos para crear historias originales e interesantes que aporten algo de frescura en estos tiempos tan sofocantes. Además ¿a quién coño le puede interesar una película de unos tíos trasnochados que con sombrero y camperas horteras beben más whiskey que Robert Downey Jr. en noche vieja? A nadie,¡¡ por Dios!!
Utilizando este modus operandi de remakear o adaptar comics y libros, las productoras se aseguran los resultados necesarios de taquilla sin arriesgar sus acomodadas y pálidas posaderas. Porque evidentemente son más que conscientes de la incondicional fidelidad de los fans y seguidores -que no son pocos y entre ellos se encuentra un servidor- de ambas expresiones artísticas, los cuales acudirán en masa a las salas de cine como una legión de zombies salidos de una película de George A. Romero hipnotizados por el olor de «cerebrosss vivossss» o en este caso superhéroesssss, chorradas soplapollezcas o remakessss vivooooos, qué no es poco.
Perdón, siempre me voy por los «cerros de Úbeda», me dejo llevar por la pasión y me olvido de lo que estaba hablando. Ah! sí, del WESTERN. Desde que tengo uso de razón he sido un ferviente seguidor del cine del «Oeste» -por herencia paterna- y como muchos habréis observado desde hace bastante tiempo, son muy pocas las películas de «vaqueros» que llegan a nuestras pantallas. Ya sea en el cine o en la televisión. Pero hubo un tiempo no muy lejano en que los canales televisivos emitían cine clásico (Belén Esteban aun no acaparaba la audiencia con su aplastante inteligencia) , y las salas de cine se llenaban para ver a John Wayne, Kirk Douglas o Gary Cooper repartiendo «plomo» a diestro y siniestro. Una época en que las sobremesas de un domingo cualquiera se transformaban en mágicas y polvorientas tardes de aventura, con trágicos duelos al sol, emplumados indios desenterrando el hacha de guerra, multitudinarias y estruendosas peleas de borrachos en un Saloon bajo el son de Rose of Alabama en la vieja pianola.
Recuerdo con añoranza esas tardes en las que estaba esperando con ansia el olor del café que preparaba mi madre, ya que esa era la señal que daba el disparo de salida para levantarme de un salto de la mesa correr hacia mi habitación y sentarme hechizado frente al televisor para dejar volar mi imaginación y sumergirme en un mundo apasionante, donde llevar en el cinturón un «Colt Bisley» era tan necesario como el aire que respirar. Un mundo justo en el que las afrentas al honor se arreglaban con un duelo iniciado por desafiantes miradas con los ojos ocultos por un exuberante sombrero, seguido de farrucas frases lapidarias, que terminaban funestamente por un rápido y humeante disparo de un revólver de 6 balas que dejaba al perdedor tendido en el frío suelo -tranquilos, es sólo cine. En la vida real las afrentas se arreglan echando a correr-
Después de todo este rollo que os he soltado al fin desvelaré cual es la finalidad de este post. La cual no es otra que recomendar diez de los mejores westerns de la historia del cine (bajo mi humilde punto de vista,claro está) . Creedme cuando os digo que-para un fanático del genero como el menda- ha sido muy difícil elegir tan sólo una decena de títulos pues es infinitamente larga la lista de joyas que nos ha regalado este género. Pero tenía que mojarme y sin más dilación aquí os traigo la lista de diez de los mejores westerns de la historia. Obras que, bajo mi humilde punto de vista, son de imprescindible y obligado visionado para cualquier cinéfilo/cinéfago que se precie. Grandes filmes de aventuras (porque al fin y al cabo eso son) con entretenidas y emocionantes historias ambientadas en una época y un mundo donde solo sobrevivían los más fuertes, y la ley y la justicia se regían por la rapidez de un desenfunde. Nobleza, amistad, valor, acción, principios y personajes de leyenda. Todo eso y muchísimo más está plasmado en el género cinematográfico más carismático de la historia del celuloide, el «WESTERN», el género de géneros.
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