La segunda temporada de ‘Daredevil’ y sus toques bíblicos en el nuevo banner.

Estos días Netflix va a lo grande presentando la segunda temporada de una de sus series de más éxito y que, cómo no, viene directamente de La Casa de las Ideas. ‘Daredevil’ se estrenará el 18 de Marzo, y si ya en la primera temporada teníamos toques religiosos, en la promoción de la nueva temporada va a más.

Una frase mítica de Ator el Poderoso

Ator, El Poderoso fue una explotación italiana -como tantas otras- que siguieron el éxito que tuvo Conan de John Millius. Bajo presupuesto, actores más malos que un dolor de tripas -incluso los actores masculinos luchaban por tener más rimel que sus compañeras- y una acción que provocaba la sonrisa del espectador más que otra cosa. Eso no quita, yo lo digo muchas veces, que haya que verlas. Sigo pensando a día de hoy que hay que ver de todo y más sabiendo ubicar las cosas en su tiempo. Igual dentro de esos minutos -muchos olvidables- hay momentos que se pueden salvar y que haya merecido la pena su visionado. ¡Y qué demonios! Así puedes decir «He visto Los Bárbaros!» o «He visto Ator, El Poderoso» y sigo vivo… mentalmente.

En Ator -voy a pasar de poner el poderoso- hay un diálogo impagable digno de los hermanos Farrelly. Uno que no voy a desvelar para que vayáis «vírgenes» a su visionado. Desde luego lo mejor de todo es ver la expresión de decepción de Miles O´Keeffe (el Casper Van Dien de los ochenta). Ya me diréis vuestras impresiones, porque yo lo he visto ya un par de veces y me he descojonado vivo.

La versión de Terminator 2 italiana

Una de las cosas que me gusta de estar aquí, entre cinéfagos, es la de poder mostrar o hablar sobre absurdeces que ví o conocí hace lustros. Igual vosotros también lo sufristeis o lo disfrutasteis -que todo puede suceder-, pero nunca viene mal -y diría que hasta es sano- descubrir o redescubrir, que la memoria es frágil, algunas cositas casposas/ cutres/ insufribles.

Hoy, y no por votación popular, Terminator 2 versión italiana. Sobran las palabras, ¿verdad?

Recordando trailer de antaño: «Ator, el Poderoso»

 Si hace poco os puse el trailer de «Los Bárbaros», ahora le toca el turno a otra casposa película que incluso tuvo una secuela (no voy a mirar si se atrevieron a hacer una tercera entrega porque igual me dá un ataque si es así). «Ator, El Poderoso». Facturada en Italia, al igual que la otra que he citado anteriormente. Y es que en dicho país empezaron a hacer productos aberrantes sin parar, aunque con un desparpajo y una falta de pudor que hacía hasta gracia. Una peli de tarde de Sábado que quedaba en el recuerdo de los más chicos ochenteros. O carne de videoclub, que era lo que se llevaba por aquel entonces.

Miles O´Keffe era un caracartón. Otro Chuck Norris o Steven Seagal. Aunque ni de lejos consiguió la importancia de dichos iconos del género de acción. Se limitaron a coger un tío cachas, sin llegar al nivel de Arnold o Ferrigno, y ponerle una espada. El resto eran situaciones divertidoridículas que podían no llegarse a olvidar en la vida. Y es que… ¿cómo es posible que a veces el protagonista masculino tuviese los ojos más pintados que la protagonista? Y sí, Jack Sparrow tiene carta blanca en ese apartado.

Recordando trailers de antaño: «Los Bárbaros»

 La moda de las películas de espada y brujería, aventuras y fantasía, la abrió en cierta forma el éxito de «Conan, el Bárbaro». Si bien su secuela no llegaba al nivel de la dirigida por John Millius (era una película de Sábado por la tarde y poco más), lo cierto es que Italia empezó a saturar el mercado cinematográfico con casposidad y una calidad cinematográfica que hacía que «Conan El Destructor» fuese una auténtica maravilla, lo cual ya es fuerte decirlo. Sin embargo, muchos de nosotros seguro que caímos en esos cantos de sirena y esperábamos encontrarnos con unos productos como mínimo dignos. «Los Bárbaros» sólo se puede tachar de divertida. Siempre y cuando no te tomes en serio ninguno de sus fotogramas. Dos chavales son separados al nacer (si no me equivoco y mi memoria no me falla) y criados en diferentes ambientes (bueno, tampoco es que el uno fuese rico y el otro pobre). Al final se encuentran y arman la de Dios. Ése podría ser el resumen de lo que nos espera en la pequeña pantalla. Bueno, eso y una masa de músculos por partida doble, directamente proporcinal a una inexpresividad digna de calamar atrofiado.

De todas formas se puede apreciar una de las escenas más cómicas de la historia del cine, a mi parecer. Y es que en un momento de la película ahorcan a los dos hermanos. Así que «sólo» tienen que apretar su cuello, con todas sus fuerzas, para liberarse de la soga mortal que los oprime. Como digo, algo que no se le habría ocurrido a nadie, más que a sus guionistas. Bueno, echadle un buen par de narices y visionad el trailer. Que no se diga que la valentía no es algo que no os acompaña.