Entourage – El Juego de Hollywood

A todos a los que nos gusta el cine y las películas nos interesa siempre conocer ese lado oculto del negocio, el que no sale en los carteles y que, a la mayoría del público, le resulta muy atractivo. El mundo de las estrellas, del lujo, de los rodajes, especialistas, presentaciones, agencias y modelos, actores y guionistas. No solo el lado de los cotilleos, sino también ver cómo se trabaja para llevar a cabo un rodaje y cómo un chico surge de la nada para convertirse en actor del momento. Muchas películas han tratado de acercarnos un poco a ese mundillo y darnos su particular visión, como por ejemplo “El Aviador”, de Martin Scorsese, donde relataba la vida del productor Howard Hughes, o la serie «Extras», donde en cada capítulo, hay un famoso que se deja caer.

Pero más que eso, al público le encantan los chascarrillos sobre famosos y ver cómo los tratan como a personas normales y corrientes, cansados de que se les ensalce y se les convierta en los nuevos pilares de la sociedad. Porque no hay nada más gracioso que, por ejemplo, cuando en la película Zombieland deciden buscar pasteles en las mansiones de los famosos y al no encontrarlos, el personaje de Emma Stone dice: “¿Veis? Dije que teníamos que haber ido a la casa de Russell Crowe, pero nadie me hace caso.”

Para todos los amantes del cine nace Entourage, de la HBO y producida por Mark Wahlberg, una de las mejores series que he visto en mucho tiempo y que rompe con todos los esquemas, puesto que tras siete temporadas nadie sabe exactamente dónde englobarla, porque contiene humor, drama, estrellas invitadas, drogas, sexo casi explícito y quizá, los personajes más humanos y carismáticos que ha dado la pequeña pantalla en la última década.