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‘Sopa de ganso’ – «¿Se casaría conmigo? ¿Le ha dejado mucho dinero? Responda primero a lo segundo»
Sé que soy poco original al afirmar que Sopa de ganso (Duck Soup) es junto a Una noche en la ópera las dos películas que los hermanos Marx con las que más disfruto y a las que considero no sólo el culmen de su carrera en el cine, sino dos obras maestras de la comedia de todos los tiempos, aunque personalmente siento un cariño especial por la primera.
El taquillazo que supuso Plumas de caballo volvió a despertar los bolsillos de los productores de la Paramount que se apresuraron a rodar otra película. Y así las cabezas pensantes y las plumas de Bert Kalmar, Harry Ruby con la colaboración de Arthur Sheekman y Nat Perrin dieron lugar a la ya mencionada Sopa de ganso. Pero no hay que olvidar que el guión funcionó a modo de coctelera donde se mezclaron los ingredientes ideados por Kalmar, Ruby, Sheekman y Perrin, pero también se tomaron prestados otros aparecidos en la comedia de Jack Oakie y W. C. Fields A todo gas (1931), en los programas radiofónicos de Groucho y Chico Flywheel, Sister y Flywheel y en el musical Of Thee I Sing. El resultado final de este pastiche de locos fue una de las comedias más redondas de los Marx a la que poco le falta y casi nada de sobra.
‘Plumas de caballo’ – ¿Contraseña? ¡Pez espada!
Los Marx encadenaban éxito tras éxito de ahí que, tras el estreno de Los cuatro cocos en 1929, rodaran una película cada año. La correspondiente a 1932 fue Plumas de caballo.
Harry Ruby, Bert Kalmar, S.J. Perelman y Will B. Johnstone repitieron como guionistas con la colaboración de Arthur Sheekman y Nat Perrin que no aparecieron en los títulos de crédito. Además, los dos primeros también se encargaron del apartado musical, o sea, en esta cinta sí “sufrimos” alguna que otra canción. Para dirigir todo el cotarro volvemos a encontrar al tranquilón Norman Z. McLeod que todavía no había perdido sus pantalones…
‘Pistoleros de agua dulce’ – «Si los ruiseñores cantaran como túuuuu»
Tras las adaptaciones cinematográficas de las obras teatrales The Cocoanuts (Los cuatro cocos) y Animal Crackers (El conflicto de los hermanos Marx), había llegado el momento de confeccionar un guión original para que los Marx continuaran desplegando su exitoso humor. De la mano de los guionistas S. J. Perelman, Will B. Johnstone y Arthur Sheekman y bajo la dirección de Norman McLeod nació Pistoleros de agua dulce (Monkey Business).
Chico, Harpo, Groucho y Zeppo son cuatro polizones que, escondidos en cuatro barriles de arenques, viajan de balde en un lujoso trasatlántico con destino a Estados Unidos. En él también se encuentran Joe Helton (un mafioso multimillonario) junto a su hija Mary y Alky Briggs y su esposa Lucille (Thelma Todd), otro mafioso que pretende entrar en la banda de Helton cueste lo que cueste. Por circunstancias, a cual más ilógicas, Groucho y Zeppo se convierten en los matones de Briggs y Chico y Harpo en los guardaespaldas de Helton dando lugar a una serie de equívocos que aumentarán cuando Zeppo y Mary se enamoren y cuando esta última sea secuestrada por Briggs.
‘El conflicto de los hermanos Marx’ – ¡Hurra! ¡Hurra! ¡Hurra!
En vista de que el primer «experimento» había sido un éxito, los capitostes de la Paramount no dudaron en volver a apostar por los rentables hermanos y rodar una versión de la obra teatral Animal Crackers. Los guionistas de la citada obra fueron George S. Kaufman y Morrie Ryskind y fue este último el encargado de adaptarlo. El apartado musical volvió a recaer en Bert Kalmar y Harry Ruby y el osado que se atrevió a dirigir El conflicto de los Hermanos Marx (Animal Crackers) fue Victor Heerman.
De factura todavía muy teatral, la segunda película de los Marx está a años luz de Los cuatro cocos técnicamente hablando, puesto que se observa una mejora tanto en el diseño artístico como en el uso de la cámara. Además, da la sensación de que Chico, Harpo y Groucho se encuentran mucho más cómodos y, no sé si será por esta razón, pero lo cierto es que están sembrados en una comedia mucho más ágil.
‘Los cuatro cocos’ – Los cuatro Marx
A riesgo de parecer pesada, aunque voy camino de conseguirlo, qué mejor que redondear la extensa biografía de los hermanos Marx con las reseñas de todas sus películas.
Reseñar una cinta protagonizada por Chico, Harpo y Groucho (siento dejar de lado a Zeppo) no es nada fácil, más que nada porque una tiende a olvidar el análisis del guión o la fotografía y se queda con las descacharrantes burradas de esos tres «elementos» que llenan completamente la pantalla. Así que no esperéis sesudas disecciones y dejaos llevar por ese universo cómico irrepetible tanto frente a como tras las cámaras. No os arrepentiréis.
Los Hermanos Marx XII – Por distintos caminos
Publicado por Briony en Biografías, Dossier el 28 agosto, 2011
Pero la vuelta al mundo del cine que supuso Una noche en Casablanca no fue lo que Groucho se esperaba y se lamentaba del encasillamiento al que se había visto sometido, del estatismo que caracterizaba las películas de entonces y afirmaba, de forma bastante visionaria, que “El problema (…), el mayor miedo de los productores y los distribuidores era no ganar dinero”.
Julius Henry se había cansado de Groucho. En este sentido, y como veremos más adelante, de los tres hermanos fue él el único que se distanció de su estereotipado personaje, mientras que Harpo y Chico siguieron interpretándolo hasta el fin de sus días.
Los Hermanos Marx XI – Groucho y la Warner
Publicado por Briony en Biografías, Dossier el 27 agosto, 2011
Harpo, Zeppo, Chico, Gummo y Groucho en los albores de la década de los 40
Escrita por Joseph Fields, Roland Kibbee y Frank Tashlin (sin acreditar) y dirigida por Archie Mayo, Una noche en Casablanca (A Night in Casablanca) se estrenó el 10 de mayo de 1946 con una acogida más bien irregular. Estaba claro que los años no pasaban en balde y es que los Marx estaban a punto de convertirse en sexagenarios.
Los Hermanos Marx IX – Los años dorados
Publicado por Briony en Biografías, Dossier el 24 agosto, 2011
El 17 de noviembre de 1933 se estrenaba la desternillante Sopa de ganso (Duck Soup) que, aunque no obtuvo el mismo éxito que Plumas de caballo, es considerada una de sus películas más redondas (para mí, una obra maestra) y la que significó el adiós definitivo de Zeppo cansado de ese papel más que secundario al que se le había relegado.
Herbert-Zeppo probaría suerte en el mundo de la hostelería, pasaría por varias agencias teatrales hasta que, finalmente, decidió crear la suya propia en la que dio trabajo a su hermano Milton-Gummo, cuya empresa de ropa había vuelto a quebrar.
Tres días antes de presentarse la citada película, Harpo emprendía una gira por la URSS, propiciada y auspiciada por su amigo Alexander Woollcott, que pretendía reforzar los lazos de amistad entre los Estados Unidos y la Unión Soviética.
Los Hermanos Marx VIII – El cine y la radio
Publicado por Briony en Biografías, Dossier el 23 agosto, 2011
Los cuatro cocos (The Cocoanuts) no tuvo una acogida demasiado entusiasta el día de su estreno, aunque poco a poco fue programándose en un mayor número de cines mejorando sus recaudaciones.
En octubre de 1929 se produjo el crack de Wall Street que no solo afectó profundamente a los teatros de Broadway, sino también a Harpo y Groucho que prácticamente se arruinaron. Esta situación provocó que el hombre del puro y el bigote sufriera de insomnio crónico hasta su muerte.
Pero en ese mismo 1929 se estaba gestando otro crack más íntimo que provocaría, unos años después, que los cuatro Marx se redujeran a tres. Y es que Zeppo comenzaba a sentirse un mero comparsa, un segundón junto a sus hermanos a los que responsabilizaba de no haber podido crecer como actor.
Los Hermanos Marx VII – La Dumont y el salto al cine
Publicado por Briony en Biografías, Dossier el 22 agosto, 2011
La segunda obra que los Marx estrenarían en Broadway se titularía Los cuatro cocos (The Cocoanuts). George S. Kaufman y Morrie Ryskind se encargarían del guión e Irvin Berlin de las canciones.
Los Hermanos Marx VI – ¡Por fin Broadway!
Publicado por Briony en Biografías, Dossier el 21 agosto, 2011
Mientras los Hermanos Marx continuaban representando N’Everything, Groucho se casó con Ruth Johnson el 4 de febrero de 1920. Nueve días más tarde moriría el abuelo Levy.
Los Hermanos Marx V – Chico, Harpo, Groucho, Gummo y Zeppo
Publicado por Briony en Biografías, Dossier el 20 agosto, 2011
Groucho, Gummo, Minnie, Zeppo, Sam, Chico y Harpo en 1915
En 1915 se produjeron una serie de hechos significativos: Herbert (Zeppo) entrará a formar parte de la compañía (los cinco hermanos solo coincidirán en una ocasión sobre el escenario) y nacerán los curiosos sobrenombres por los que serán recordados los Hermanos Marx.
Ya os podéis imaginar la multitud de leyendas que se han forjado en relación al origen de esa especie de motes, puesto que ninguno de ellos se pusieron de acuerdo en el cuándo, en el dónde, en el por qué ni en el quién. Lo que sí está demostrado es que el hecho de que todos acabarán en “o” se debía a una moda de la época, puesto que se consideraban más cómicos. Parece ser que todo que se debió a la ocurrencia de un compañero de escenario.
Los Hermanos Marx IV – Y llegó Chico
Publicado por Briony en Biografías, Dossier el 19 agosto, 2011
Arthur (Harpo), Milton (Gummo), Leonard (Chico) y Julius (Groucho)
En 1909 Chicago era la segunda ciudad, tras Nueva York, donde se desarrollaba el mejor vodevil del país, pero el número (rebautizado) Las seis mascotas de Minnie Palmer no tuvo demasiado éxito en su debut. La tía Hannah, además, llegó a la conclusión de que no servía para trabajar encima de un escenario y abandonó la obra al igual que la propia Minnie que lo que sí hizo fue cambiar su apellido por el de Palmer.
Los Hermanos Marx II – Los primeros años
Publicado por Briony en Biografías, Dossier el 16 agosto, 2011
En 1900 los integrantes de la familia Marx Schoenberg que vivían en el 179 de la calle 93 Este eran Sam, Minnie, Leo, Adolph (al que llamaban Adhie), Julius Henry y Milton y los abuelos maternos Levy (que a veces aparece como Louis o Lewi) y Fanny, conocidos familiarmente como Opie y Omie. Y Herbert nacería un año después…
Sam Marx intentaba sacar a flote a su numerosa familia trabajando como sastre, aunque se cuenta que sus cualidades para llevar a cabo dicho oficio no eran muchas y tampoco era demasiado currante. Según Groucho era muy sencillo reconocer por la calle a los clientes de su padre porque llevaban pantalones “con una pernera más corta que la otra” o chaquetas con “una manga más larga que la otra”. Sin embargo, donde Frenchy destacaba era en la cocina lugar, en boca de Harpo, en el que “era un auténtico mago”. De hecho, eran famosas las comilonas que preparaba para conquistar a los agentes teatrales. La otra afición del bueno de Sam era el pinacle, afición que heredó su hijo Leo con nefastos resultados en el futuro.
Los Hermanos Marx I – Todo empezó…
Publicado por Briony en Biografías, Dossier el 15 agosto, 2011
Cuando en 1929 Chico, Harpo y Groucho rodaron Los cuatro cocos, los inimitables cómicos pasaban ya de los cuarenta. Estaba claro que su fuerza, agilidad y ritmo frente a las cámaras iría languideciendo lentamente privándonos de disfrutar de su maestría mucho más tiempo. Pero los Hermanos Marx no comenzaron su carrera artística en ese momento, sino que llevaban muchos años paseándose por los teatros de toda norteamerica antes de irrumpir en el mundo del cine.
Gamberros, ingeniosos, irreverentes, surrealistas y geniales, estos neoyorkinos de origen alemán revolucionaron el mundo de la comedia y su influencia continúa más viva que nunca.
Porque se les echa de menos, porque puedes ver cien veces a Groucho y a Chico diciendo aquello de «la parte contratante de la primera parte» y seguir riéndote, porque nadie nunca tocará el arpa (y la bocina) como Harpo y porque Gummo y Zeppo también merecen un lugar en la historia, bien vale la pena recordar su vida personal y profesional.
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