‘Narcos’ – Vida y ficción de Pablo Escobar

Deberíamos empezar diciendo lo obvio: que mientras el cine se está convirtiendo en un espectáculo pirotécnico y juvenil, las series están encargándose de contar historias cada vez más oscuras y profundas donde no están tan claros los límites del bien y del mal. Con Breaking Bad convertida ya en todo un hito de la televisión, era de esperar que algunas se lanzasen a contar las historias de nuevos antihéroes. Y no hay nadie como Pablo Escobar.

Narcos es una serie de Netflix de diez capítulos, que al igual que El Patrón del Mal, se centra en la figura del mayor narcotraficante de todos los tiempos, mezclando imágenes del personaje real con momentos que son pura ficción. La serie comienza con las palabras “realismo mágico”, que nos pone en situación. Lo que tenemos es un auténtico cuento en el que el agente Murphy, con su voz en off, nos relata los acontecimientos más importantes de la vida de Pablo Escobar, y de los esfuerzos de la DEA para capturarle. Esto nos da también la posibilidad de entremezclar realidad con ficción, utilizando imágenes de archivo con el auténtico Escobar, algo que algunos consideran un error porque aumenta la diferencia con Wagner Moura. Pero funciona porque nos ayuda a entender la repercusión que la guerra que Escobar mantuvo con el gobierno colombiano, y nos recuerda una y otra vez que esto es Historia, una tan reciente que hasta hace poco no se atrevían a retratarla en pantalla.

Al igual que en Breaking Bad, el personaje central es el propio villano, y asistimos a su desarrollo criminal y la creación de su vasto imperio criminal, si bien hay tanto que contar que muchos sucesos quedan en el limbo. A medio camino entre el culebrón, la serie de éxito y el documental que explica a los americanos quién fue Escobar, ya que está dirigida a un público extranjero. Y quizá por eso te hayan tomado alguna licencia que te saca por completo de la serie, porque por muy arriesgado que sea hacer una serie de este tipo respetando la barrera idiomática, que el actor protagonista no sólo no sea colombiano, sino que no sepa hablar español es un error garrafal. En versión original, su voz rasposa se nota en muchas ocasiones forzada, como si hubiese aprendido sus líneas fonéticamente. Esto, contrastado con el resto del reparto, hace que Escobar parezca el más falso de todos y estés constantemente fijándote en su voz y forma de sorber el aire. Pero al cabo de unos capítulos, a Moura le condeces estar rarezas porque realmente impacta como el patrón. Nos llegado a creer que sea un Escobar que va engordando según pasan los capítulos, y que puede llegar a ser implacable y brutal, por lo que hasta su voz, que al principio es una tara para la serie, se acaba convirtiendo en un punto a su favor al hacerle tan reconocible. El actor además está rodeado de secundarios tan despreciables como interesantes. Los hermanos Ochoa, Gustavo o Valeria nos introducen en el mundo criminal donde la vida parece muy barata y todos caen ante el lema de plata o plomo que tan popular hizo el narcotraficante. Por no olvidarnos de Luis Guzmán como el repulsivo Gacha o Boyd Holbrook, que no tiene una larga carera pero con su bigote de actor porno de los setenta recupera el espíritu de los detectives chungos que el cine parece haber olvidado hace tiempo.

Pero aunque tenga impresionantes escenas de acción, Narcos es una serie densa que a muchos puede hacérseles demasiado larga, pero que de vez en cuando tiene algunas set pieces, como la persecución a dos sicarios por los tejados, que están muy bien integradas con el paisaje local. Y su otro problema es que han resumido gran parte de la vida de Escobar en su primera temporada, y en realidad sólo le queda su retirada y enfrentamiento final con las fuerzas colombianas, así que muchos no sabemos cómo van a hacer para alargar la trama durante unos diez capítulos. La vida del criminal daba para varias temporadas que de haber seguido el ritmo que llevaban, con sólo los tres capítulos que le hubiesen faltado para durar lo mismo que otras producciones de Netflix hubiese sido correcto. Es por eso que también muchos pensaban que al igual que Fargo, American Crime Story o su vertiente de fantasía/terror, Narcos iba a narrar la vida de un narcotraficante diferente cada temporada. Pero supongo que ahora nos queda esperar a ver qué nos traen.