Muchos han acusado al cine español de ser poco menos que una fábrica de julandrones e innecesarias escenas de desnudo, y culpan sobre todo a Pedro Almodóvar por ser el mayor exponente de nuestras películas. Pero yo nunca he estado de acuerdo con esto, ni mucho menos con un chico al que conocí y que aseguraba que el director de Todos sobre mi madre era «un auténtico cáncer». Gustos personales aparte, decir eso es mostrar un absoluto desconocimiento de nuestra historia reciente, porque Amodóvar no es simplemente un tipo con una particular forma de ver el mundo. Sabemos de dónde sale y si nos paramos a ver sus películas podemos darnos cuenta de su uso de los colores y otros elementos que le hacen muy interesante. De hecho, tengo pensado hablar de él en este blog, y si os preguntáis por qué no lo he hecho aún, la respuesta es la misma de siempre: Sólo tengo dos manos.
Julieta es su próxima película, un regreso al drama protagonizado por Emma Suárez y Adriana Ugarte, que tuvo que cambiar de título cuando Silencio resultó ser el nombre de lo próximo de Martin Scorsese.