David Duchovny no es solamente el agente Mulder de Expediente X, ni tampoco el rompebragas que apesta al alcohol y nostalgia neoyorkina de Californication. Es responsable del guión y la dirección de bastantes capítulos de sus series, obras de teatro y otros proyectos, y en el último año, parece estar rebosante de creatividad. Coincidiendo con la salida de un disco de nombre Hell or Highwater, Duchovny ha hecho lo que muchos ya sabían que iba a ocurrir: escribir una novela. No se debe solamente a que meterse en la piel de un escritor durante siete temporadas le haya dejado secuelas, es que Duchovny tiene un máster en literatura por la universidad de Yale, y eso siempre ha jugado un papel importante en sus trabajos para la televisión. Es así cómo llegamos a Holy Cow.
Elsie Bovary es una vaca lechera en una pequeña granja, y su vida transcurre de forma apacible como la de, suponemos, cualquier vaca. Para ella no existen más preocupaciones aparte de la hierba y su incipiente interés por los toros, pero un día, colándose en el salón de los dueños de la granja, ve a través de la televisión cuál es la realidad. Descubre el funcionamiento de la industria cárnica, los restaurantes y las penosas condiciones a la que se someten a los animales. De pronto comprende para qué se la está cebando y decide huir a un país donde, según ha oído, a las vacas se las trata como a diosas: La India . Pero no lo hará sola. Por el camino se le sumarán un cerdo convertido al judaísmo llamado Shalom que quiere viajar a Israel, cuna de la comida Kosher, y Tom, un pavo que cuenta los días hasta el próximo día de Acción de Gracias.
Juntos emprenden un viaje hacia las otras partes del mundo topándose con todo tipo de animales y seres humanos que, desde luego, son los menos civilizados, buscando una forma de escapar a su destino entre chistes y situaciones inverosímiles. El estilo de Duchovny es simple, con capítulos de pocas páginas, y muy dado tanto al humor negro como a las referencias a la cultura popular de las últimas tres décadas. Tampoco hay que olvidar que es Elsie quien nos cuenta la historia y Duchovny sólo aparece como cow-writer, así que tenemos que creer todo lo que nos cuenta esta extraña protagonista, como que de camino a Israel acaban colándose en Gaza y viendo que en otras partes del mundo, la gente sigue construyendo cercas para mantener apartados a otros seres humanos o animales, sin darse cuenta de que al hacerlo ellos también acaban confinados en su lado del muro. Lo que parece una novela infantil nos recuerda una y otra vez a Rebelión en la Granja de Orwell, pero Elsie insiste en que no se trata de una alegoría sino una aventura completamente real en la que los animales buscan la salvación y acaban encontrando su propia identidad. Entre las bromas y los numerosos párrafos en forma de guión cinematográfico, Duchovny y su cow-autora hablan del distanciamiento de los humanos del resto de animales del planeta y de los atropellos que cometen con éstos últimos, haciendo que Holy Cow sea una novela divertida pero también sepa ponerse seria cuando lo requiere, aunque a nosotros no nos lo parezca.
#1 por makelelillo el 16 agosto, 2015 - 20:21
¿Se le metería el gusanillo de escribir una novela durante su paso por Californication? A poco que escriba como actua, el libro ya merece ser leído.
Bueno aporte, saludos