Para no llevaros a error, he de aclarar que no se trata de la brujería medieval por la que muchas mujeres fueron quemadas vivas, sino de algo que tuvo que ver en la década de los cincuenta en la industria de Hollywood, cuando el señador Joseph McCarthy fundó el llamado «Comité de actividades antiamericanas» y donde se dedicaron a espiar a actores, guionistas y directores por supuestas vinculaciones con el comunismo. Cranston interpreta a Dalton Trumbo, uno de los guionistas de la época que fueron marcados por el gobierno y que tuvo que emplear pseudónimos para poder seguir trabajando en una industria que le había vetado.