El cineasta francés Luc Besson siempre ha mirado a Hollywood, adoptando muchos de sus tópicos y añadiendo elementos personales como ese aire europeo, una estética de videoclip o una banda sonora tan peculiar como histriónica. Y eso es básicamente lo que necesitamos para identificar cualquier película dirigida o producida por él, además de unos fuertes y extraños personajes femeninos, como es el caso de Leon: El Profesional, El Quinto Elemento, Nikita o esta última, Lucy, protagonizada por Scarlett Johansson.
En pleno debate sobre si las mujeres pueden o no atraer al público a las salas de cine, y más aún, si Marvel debería dar luz verde por fin a una película sobre la Viuda Negra, Lucy ha conseguido un gran éxito demostrando que Hollywood está anticuado con respecto a la sexualidad de sus actores y, con ello, están perdiendo grandes oportunidades comerciales. Scarlett Johansson demuestra aquí que ella también puede ser una heroína sin necesidad de sexualizarla o convertirla en el “premio” que el musculoso protagonista consiga tras matar a los malos. Pero Lucy no es una película sencilla de analizar.
En las primeras páginas del guión, Besson indicaba que el primer tercio de esta película era Leon, el segundo, Inceptión, y el tercero, 2001: Odisea en el Espacio, lo que ya nos da una idea de lo extraña, retorcida y diferente que es, aunque eso no signifique necesariamente algo bueno.
En Lucy, Scarlett interpreta a una chica de vida fácil que se ve envuelta en un asunto de tráfico de drogas con una mercancía muy especial, que potencia los sentidos y tus habilidades, y que le afecta cuando la bolsa que transporta dentro de su cuerpo se rompe, iniciando así una carrera en la que Lucy es cada vez menos humana y más parecida no a un superhéroe, pero sí a un ser todopoderoso. La idea en sí es interesante, y los tráilers nos muestran grandes escenas de acción y una Scarlett preciosa en pantalla, y es que esos son sus puntos fuertes. Argumentalmente es una basura y tiene los peores diálogos que jamás ha escrito Besson, pero su fotografía es impresionante. Colores, composición… no quiero parecer un pedante, sólo me refiero a que cada plano podría ser una fotografía perfecta, bien iluminada y casi con estética de anuncio, ya que eso es lo que más entiende el director. Yo ya sólo por eso la vería, pero si tenemos que ser sinceros, creo la película se estrella con tanto plano inserto de documentales de animales y charlas excesivamente largas y rebuscadas acerca de la evolución y de la falacia del 10% en uso de nuestro cerebro. Con esto, creo que Morgan Freeman sobra completamente en la película y tampoco creo que le importe demasiado, ya que afortunadamente la cinta es corta y se disfruta sin demasiados problemas, pero sí es cierto que tanta parafernalia profunda acerca del sentido de la vida puede lastrar al resultado final, y hacer que o te encante, o te parezca la mayor basura que Besson ha hecho en mucho tiempo.
#1 por Sergio Reina el 6 septiembre, 2014 - 03:19
Pues pienso igual que tú. No es para nada redonda y tiene muchos defectos. Tan solo vale como un efímero pasatiempo fácilmente olvidable.
Saludos
#2 por Manuel Espino el 9 septiembre, 2014 - 07:47
Pues mas que odisea del espacio el tercer acto me recordo demasiado a Akira de Katsuhiro Otomo. Es como si Luc Besson hubiera visto la pelicula unos dias antes de escribir el guion de Lucy.
Por cierto que la pelicula no me aburrio, ¿como aburrirte si eres constantemente bombardeado con idas de olla de Luc Besson?. Dicho esto, de todos modos creo que es una mala pelicula.
#3 por calcetines personalizados el 26 junio, 2015 - 14:13
Yo he escuchado críticas de todo tipo, la mayoría malas. Todavía no la he visto asique no puedo opinar mucho sobre ella. Tenía bastantes ganas de verla porque el trailler pintaba bastante bien.