‘La noche de los muertos vivientes’ – Cine ochentero

“¡Pero ponte bragas, hija mía!” (Yo, a los quince minutos de película)

Dan O’Bannon se ganó el cielo cuando escribió el guión de esa gran joya que es Alien, pero su carrera no despegó mucho más allá de lo que consiguió gracias a la cinta de Ridley Scott. De hecho, su papel más importante tras una cámara es esta pequeña cinta de serie B de zombies con mala leche y desnudos gratuitos que no sólo es carne de videoclub, sino también una pieza muy querida por los fans del género de muertos vivientes.

 

Esta película no puede tomarse en serio en absoluto. Y es porque está pensada como una parodia no sólo de las cintas de zombies, sino también de su obra más famosa: la noche de los muertos vivientes, de George A. Romero. Aquí nos dicen que todo lo mostrado en la peli fue real y que el gobierno lo encubrió, pero un par de trabajadores de un almacén tontos de remate liberan el gas letal que devuelve la vida a los muertos. Y como no puede ser de otra manera, hay un cementerio a pocos metros de donde empiezan a salir esqueletos y extras del videoclip Thriller que le harán la vida imposible a los protagonistas, una banda de heavys con cadenas, cuerpo y muchísima laca que estaban organizando una fiesta allí.

En fin, la cinta es absurda, y sobre todo es recordada por su humor, que no llega a ser hilarante, pero que aportó unas cuantas novedades al pegajoso género de los zombies. Aquí, estos seres corren, preparan trampas para atraer a los humanos y hasta hablan, convirtiendo en famosa su búsqueda de cerebros. Entre sus mejores momentos sin duda está el zombie que atan a la camilla y con el que dialogan, pero luego eso contrasta con los cuarenta minutos que la actriz Linnea Quigley se pasa haciendo de buenorra desnuda por la pantalla sin razón más aparente que la de entretener al personal masculino, así porque sí. O algunas otras cosas bastante ridículas que hacen de esta película un producto que de vez en cuando es rescatado del olvido, pero que tampoco es precisamente para tirar cohetes. Apta sólo para los que disfrutan con la caspa y que ven estas películas con amigos y mucha cerveza.

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