Acusan a Seth Rogen de instigar la matanza de la Universidad de California

Elliot-Rodger

Elliot Rodger se sentía menospreciado. Durante los últimos ocho años había tenido que aguantar que todas las chicas le rechazasen y que los tipos más populares de su universidad no le aceptasen como un igual. Se había esforzado mucho en gustarlos a todos, tenía un BMW y siempre intentaba estar en todas las fiestas, pero no había conseguido romper la barrera que le separaba del resto. Frustrado, luego llegaba a su casa en la que escribía largos comentarios en Internet acerca de lo molesto que era seguir siendo virgen a los veintidós años, incapaz de tener una relación y sin saber por qué las chicas de su clase tenían que entregarse a otros bastardos y no a alguien tan perfecto como él. Por esa razón, hace dos días se grabó en vídeo anunciando a todo aquel que quisiera escucharle que iba a hacer algo terrible: castigar a todas las mujeres del mundo por no quererle, por no amarle, por no admirarle. Después condujo su coche hasta una zona llena de estudiantes y descargó los cargadores de tres pistolas semiautomáticas contra los viandantes en una espiral de muerte que duró diez minutos tras los cuales, perseguido ya por la policía, se estrelló contra un aparcamiento y colocó una última bala dentro de su cráneo. Mató a siete personas y e hirió a otras siete.

La matanza de la Universidad de California no es algo fuera de lo común. Cada año tenemos al menos un suceso similar, como la masacre perpetrada por el joven Adam Lanza en la escuela primaria de Sandy Hook en la que asesinó a casi treinta personas, o la de Virginia Tech, o la ya mítica Columbine. Un repaso rápido a todo este tipo de asesinatos en masa demuestra no sólo el gran problema que los Estados Unidos tienen con el tema de las armas, donde pueden adquirirse con la misma velocidad que una hamburguesa y donde nadie hace preguntas sobre para qué quería el asesino de California nada menos que cuatrocientas balas, sino que el perfil del asesino no se corresponde con el de un matón, un criminal reincidente o incluso un militar con estrés post-traumático. En todos los casos se trata de chicos adolescentes que se sienten incomprendidos y que llevan a cabo esos actos de destrucción como venganza contra la sociedad y sus propios compañeros. Las razones no son fáciles de encontrar, pero pocas veces alguien se había atrevido a apuntar directamente a una persona como la responsable de llenar la cabeza de chicos como Elliot Rodger de fantasías sobre la sexualidad que debían ser satisfechas: El actor Seth Rogen.

En el vídeo colgado en Youtube en el que Rodger contaba sus planes, puede verse su resentimiento y sus ansias de venganza. Se grabó a sí mismo al volante del vehículo que utilizaría para cometer los asesinatos, y bañado por el típico Sol californiano desgrana una a una sus inseguridades.

–          Mañana es el día del castigo. He tenido una vida miserable porque las chicas nunca se han sentido atraídas por mí. Le han dado su afecto, sexo y amor a otros hombres, en vez de a mí, que soy un perfecto caballero.

A medio camino entre el psicópata y el mal actor, explicaba cómo la Universidad era ese lugar donde se suponía que uno experimentaba toda la diversión y sexualidad del paso a la vida adulta, y cómo todo había resultado ser una mentira para él. En los largos siete minutos que dura su discurso no duda en afirmar que quiere reducir a todas las chicas a montañas de esqueletos por no desearle, y privarlas de la vida de la misma forma que ellas le habían negado satisfacer sus deseos. Veinticuatro horas más tarde, el chico cumplía con su palabra y terminaba matándose a sí mismo, como es común en estos casos. En este momento siguen saliendo los detalles a la luz, incluyendo e mails que envió a compañeros explicándoles sus intenciones, manuscritos detallados de sus planes y una visita de la policía el mes pasado a su casa cuando su madre se mostró “preocupada por él”. Su testamento cinematográfico aporta detalles sobre su sufrimiento sexual y sobre las distorsionadas expectativas de su vida universitaria, y eso ha hecho que se busquen culpables no sólo en el entorno de Rodger, sino como es habitual, en las películas que veía.

Ann Hornaday, colabora habitual del Washington Post y experta en cine, ha acusado directamente a Seth Rogen y Judd Apatow, asegurando que películas como Neighbors crean unas expectativas irreales entre los jóvenes al prometer sexo y felicidad siempre para los chicos tristes, condicionando así lo que deseamos. De alguna forma un poco extraña, Hornaday responsabilizaba al sexismo presente en muchas películas del sentimiento de injusticia de Elliot Rodger al crear una cultura cinematográfica consistente en “violencia, sexo y macho swagger”. Después pasaba a comparar la diferencia entre directores femeninos y masculinos, donde en los últimos dos años sólo un quince por ciento de películas habían estado dirigidas o escritas por mujeres, lo que lleva a muchas producciones a obtener luz verde basándose en ideas y argumentos machistas que fracasan al presentar a las mujeres como personas al mismo nivel que los hombres y donde, recurriendo al famoso Test Bechdel, sólo aparecen como reclamos sexuales. Por supuesto Apatow y Rogen no han tardado mucho en reaccionar, preguntándole a la escritora cómo se atreve a acusarles de ser los culpables de la matanza sólo por “conseguir chicas” en sus películas. El director de Virgen a los 40 ha asegurado también que el artículo no es más que un reclamo típico pensado para conseguir visitas y obtener beneficios con la publicidad presente en la web sin darle más importancia al tema, pero lo cierto es que ha servido para, una vez más, desviar la atención del tema importante.

Rodger no era un chico con una vida difícil. Su padre era el ayudante de dirección de películas como Los Juegos del Hambre, y ya hemos visto que tenía dinero y todo lo que pudiese desear. Tal vez sus frustraciones con las mujeres venían no de las películas que veía, sino de la educación que recibía. Sí, existe un machismo en el cine, pero ese es otro tema que debe ser tratado con rigor y no sacarlo a pasear cuando un maníaco acusa a las mujeres de no desearle. En ningún momento, además, Rodger menciona ninguna cinta que le haya dado una visión errónea de la universidad. Simplemente eran sus expectativas, que podía haberlas sacado de cualquier parte, de amigos, familiares, programas de televisión (no sólo películas o series) o incluso revistas. Los temas a tratar aquí deberían ser cómo el chico consiguió tantas armas o por qué nadie hizo nada para detenerle cuando dio bastantes avisos de bomba, pero preferimos culpar a los medios y a la ficción de lo que nosotros hacemos.

Ahora se especula también sobre si era un enfermo mental. No se puede decir mucho solamente analizando el vídeo, pero sí es cierto que tiene algo extraño, aunque no necesariamente psicológico. También cabe otra posibilidad: que Elliot Rogers, como Adam Lanza, Cho Sheung Hui, Eric Harris o Dylan Klebold, estuviera cuerdo y supiera perfectamente lo que hacía, que creyera en lo que decía y viese lógicas sus acciones, y me parece insultante quitarnos el peso de encima señalando a películas y videojuegos como los responsables. A día de hoy sigo sin saber de un solo asesinato cometido por un joven impresionado con el Tony Montana de Scarface, una película de culto entre los mafiosos y que retrata de forma mucho más cruda el sexo, la violencia y todo tipo de excesos, pero sí llevo mucho tiempo viendo cómo las fotos de archivo del asesino sólo muestran a un chico corriente que queda reducido a la situación de “enfermo mental” para evitar profundizar más en el tema.

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  1. #1 por peckinpah el 27 mayo, 2014 - 22:16

    Es curioso que echen la culpa de algo que practicamente solo ocurre alli a cosas que se disfrutan en todo el mundo como son su cine y sus videojuegos.
    El culpable mas bien es ese afan de exito a cualquier precio que de siempre ha sido el lema de esa nacion.
    El todo es posible en america.
    Cuando de repente no todo el exito posible descubren que si que es posible coger un arma y vengarse de los que no te dejan tener exito, de los que no te dejan avanzar, porque siempre es culpa de los demas.
    No es culpa de unas expectativas demasiado altas e irreales.es posible descubren que

    • #2 por Vinny el 5 junio, 2014 - 20:10

      «Es posible descubren que…» Pero, ¿cómo sigue la frase, Peckinpah?

  1. Acusan a Seth Rogen de instigar la matanza de la Universidad de California

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