Robocop es una de las cintas icono de la no tan brillante década de los ochenta. La historia de un policía que era mitad humano mitad robot en una ciudad como Detroit surgió gracias a que sus creadores vieron un póster de Blade Runner y confundieron un poco de qué iba, pero gracias a eso nos dieron un personaje carismático y famoso como lo es el sargento Murphy. Ahora en 2014, en plena fiebre de los remakes y reboots, nos llega otra adaptación que podría haber dado muchísimo más de sí, pero que tras verla nos deja claro que se trata de una mala película que no debería haberse rodado.
Y tengo mis razones para pensar así.
Hay películas muy estúpidas, y para un público joven, es posible que Robocop les parezca una de ellas. Es cine que ya se considera “antiguo”, algunos de sus efectos no han envejecido bien y cualquier espectador puede pensar que sólo se trata de otra de esas películas cutres de acción que se hacían en la época de las hombreras y que ahora difícilmente tendrían cabida en los cines. Pero no es así. De hecho, muchas ideas del cine que nos parecen absurdas tienen un planteamiento interesante. En Robocop imaginaba una ciudad de Detroit en bancarrota, con unos índices de criminalidad más altos que nunca (y eso que mirad de qué ciudad estamos hablando). Entonces, cuando incluso la policía estaba comprada, aparecía un agente perfecto al que no se podía intimidar ni sobornar, dispuesto a hacer su trabajo y a llevar la ley a los rincones más oscuros de este futuro analógico.
Lo más importante era que como muchas obras de ciencia ficción, planteaba una serie de dilemas morales. El conflicto entre hombre y máquina, la búsqueda de la identidad… y también las críticas hacia sistemas fascistas, controladores y policiales. Pero por encima de todo, Robocop era una sátira. Esto quiere decir que aunque no tenía chistes, su humor era tan negro que estaba exagerado de la misma forma que en Starship Troopers, y eso hace que mucha gente realmente no pille lo que está viendo y se crea que todo va en serio, cuando no es así.
Al margen de eso, la película de los ochenta tenía una estructura muy sencilla. Era correcta, violenta y muy chusca, pero sabía de lo que iba. Empezaba con un agente de policía que era violentamente tiroteado (Verhoeven siempre ha sentido debilidad por el gore), y ahí ya sabíamos quién era el bueno, quién el malo y empalizábamos en seguida con el protagonista. Luego él despertaba convertido en una máquina y el resto de la película transcurría intentando encontrar su humanidad, equilibrio que encuentra al final tras matar a los malos. FIN.
No voy a entrar en sus secuelas porque no las recuerdo, pero lo interesante es que a día de hoy, Robocop es un personaje famoso en su ciudad de origen, y se creó incluso una campaña para instalar una estatua en su honor. Y con los últimos desplomes económicos, Detroit realmente se hallaba en bancarrota, lo que convertía en real el escenario predicho hace dos décadas en la película. En ese caso, no me pareció mal que recuperasen a Murphy, porque había temas de sobra para tratar, y casi no me importaría que para reactivar la franquicia tuviésemos que pasar de nuevo por escenas que ya hemos visto.
El nuevo Robocop nos plantea un futuro en el que los drones y robots son una gran exportación y ayudan a mantener la paz en otros países, como bien muestra la escena de apertura. Pero en lo que se refiere a los Estados Unidos, parece que el pueblo es un poco robofóbico. A día de hoy los Drones son una parte muy criticada del gobierno de Barack Obama por permitirle hacer la guerra a distancia, y creo que aún queda mucho por explorar esa forma de luchar, como ya hemos visto en El Juego de Ender. Hasta el guión de Top Gun 2 trata de cómo Tom Cruise demuestra que los pilotos humanos son mejores que los drones. Ese dilema tan de moda debería haber sido el eje central de la película, pero resulta que sólo es circunstancial. Sirve para iniciar la trama, sí, pero el desarrollo de la película es tan confuso que no te queda muy claro lo que estás viendo, ni a nivel narrativo ni tampoco visual.
De hecho, todo es bastante flojo. El primer acto nos muestra la vida diaria del agente Murphy luchando contra sus compañeros corruptos, pero lo hace con flashbacks y narración entrecortada que embrolla demasiado lo que nos está contando. Hasta el propio atentado al policía queda muy soso, y su despertar como Robocop es clavado al de Avatar, sorprendido y corriendo por el campo hasta que le detienen. Conforme vamos avanzando nos da la sensación de que el guión es sólo una excusa, por lo que recordamos que el director aseguró estar harto de la película porque el estudio le tiraba todas sus ideas para atrás.
Robocop intenta plantear muchas cosas, crear algunas set pieces espectaculares, pero en realidad es que no tiene mucho sentido. En la película original, Robocop tenía que encontrar su identidad. Aquí no queda muy claro si la tiene, si luego la pierde, si controla él la máquina o no. Al final, el guión da tantas vueltas que llega un momento en que dicen que Murphy no cumple ninguna función en la máquina, lo que le quita todo el sentido a la película en sí. Todo lo que nos queda son escenas sueltas que buscan explorar un poco del CGI, como que de Murphy sólo quede la cabeza y los pulmones, pero no se preocupan de darle sentido a lo que está pasando en la pantalla. Hay secundarios que van de graciosos, un Gary Oldman que aguanta el tipo y hasta la manía de recuperar el cine de Nolan pidiendo que Robocop vaya ¡En negro! El resultado es una película que partía de un escenario perfecto, que tenía no sólo la historia hecha, sino también una mitología de base y unos cuantos temas de actualidad para darle empaque, y lo que nos muestra es un montón de efectos que no impresionan, personajes sin objetivo y una trama tan absurda que me hicieron quitar la película al cabo de una hora y terminarla sólo para poder hacer la reseña. Si al menos los malos dejasen de hablar con los protagonistas cuando les apuntan con un arma y simplemente disparasen, la película hubiese durado diez minutos y me hubiese ahorrado dos horas de aburrimiento mortal.
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#1 por didier el 8 mayo, 2014 - 01:46
tanto así como para ponerla por el suelo no…..quizás aun soy de esos fans que recuerdan con cariño la versión ochentera (que es la mejor) y trata de defender los nuevos productos pero ciertamente esta nueva versión pasó a ser una versión más…el guión se iba desinflando y no había un motivo definitivo…no hay venganza ni crisis de identidad, no hay malos malos a quien odiar…sólo el conflicto político/económico que buscaba justificar el alimento del monstruo capitalista, siendo Murphy/Robocop un instrumento para la corporación…en verdad esperaba más de la película
#2 por Roy Batty el 14 octubre, 2014 - 13:40
A mí no me pareció mala. Me pareció innecesaria, aunque reconozco que me entretuvo a cachos. Lo que peor me pareció fue el cambio al traje negro… 😦
#3 por guia de moda el 11 junio, 2015 - 13:28
Hay películas de las cuáles no deberían hacer otras versiones. Yo no creo que sea mala ,pero teniendo el recuerdo de la otra es inevitable comaprar.
#4 por reformas valencia el 24 octubre, 2015 - 01:03
Esta película se esperaba mas de ella, la verdad, nos creíamos que iba a ser como la 1 película de robocop, que tanto nos hizo disfrutar de pequeños.
Ese era el verdadero ROBOCOP.
#5 por Vetealaver el 23 julio, 2016 - 13:53
Nose porque pero como que pienso que no te ha gustado la película :v