En el subgénero de series “de hospitales” existen muchos ejemplos parecidos, dramones científicos o culebrones donde los médicos, con trajes hechos a medida y aspecto de haber trabajado en una agencia de modelos, se enfrentan a todo tipo de enfermedades raras como si fuesen superhéroes. Anatomía de Grey, House o Urgencias son algunos de esos títulos, pero si hay una serie que destaca entre ellas, esa es sin duda Scrubs.
Scrubs es el nombre de los uniformes que los médicos y enfermeras llevan en los hospitales, pero también es el título de la serie que narra la vida de J.D., un soñador estudiante de medicina que en su primer año de residencia tiene que enfrentarse a grandes retos. No sólo a la realidad del sistema sanitario, sino también a la enfermedad, la muerte, el paso a la madurez y todos los problemas propios de la juventud. Todo esto se hace en plan de comedia, y en los primeros capítulos podemos incluso pensar que es demasiado absurda y ridícula como para encontrar su hueco. Como ya comenté aquí en alguna ocasión, no me llegó a convencer hasta el tercer o cuarto capítulo, donde el drama y el realismo hacen acto de aparición y podemos ver qué camino seguirá la serie.
Sí, es ridícula, pero lo que le hace destacar sobre otras es que no se regodea demasiado en los líos amorosos, pese a que los hay, y los médicos no son personajes de cartón. Barbie, Turk o el Doctor Cox, quien ejerce de reticente mentor, son personas reales que ejercen un trabajo a veces ingrato, y a través de ellos vemos cómo afecta a los pacientes todo tipo de enfermedades. Nada extraño, como en House, necesitado de complejos planos de CGI, sino dolencias comunes como el cáncer, los accidentes o la leucemia. Como contrapunto, tenemos números musicales, la inagotable imaginación de J.D., el bromance entre él y Turk o la tortura psicológica a la que le somete el conserje del hospital. Esto hace que haya un extraño equilibrio en el que las risas pueden ir de la mano de las lágrimas mientras descubrimos cómo los médicos trampean el sistema para permitir la asistencia a pacientes sin seguro, o cómo funcionan las juntas del hospital. También hay momentos para capítulos que juegan con la metaficción, los homenajes al Mago de Oz o tremendos momentos dramáticos de un realismo que jamás han conseguido otras series de mucho más renombre. Es una lástima que Scrubs parezca estar muy poco valorada en comparación, y quizá se deba a que la apariencia de comedia absurda hace que muchos piensen que en realidad tiene poco que ofrecer cuando es precisamente lo contrario, poniendo el dedo en la llaga en temas como el aborto, la muerte o la paternidad de formas que otras jamás hicieron.
En definitiva, una serie alegre, optimista, trágica, sexy y adorable que te hace disfrutar por las noches sin caer en pretensiones y con un único propósito: entretener.
#1 por robertoaraque el 23 marzo, 2014 - 08:53
tienes que ver el capítulo cuando aparece bredan fraser. Tiene dos partes y es muy bueno.
#2 por Carlos Martín el 23 marzo, 2014 - 09:54
La terminé hace dos días, así que la he visto entera. Muy buenos capítulos. O cuando aparece también Colin Farrell 🙂
#3 por robertoaraque el 23 marzo, 2014 - 13:41
Oye no vi ese el de colin farrell
#4 por nitsuga80 el 23 marzo, 2014 - 14:55
Yo me partia de risa con esta serie, era genial. Tenia momentos divertidisimos y además tenía muchos cameos de gente actores famosos. Lastima que la última temporada fuera un churro.
#5 por vini el 23 marzo, 2014 - 17:03
Pues si, la serie es genial. Un saludo