Acabo de empezar esta reseña ya ya me estoy arrepintiendo, porque no estoy segura de que todos nuestros seguidores y seguidoras vayan a entender el porqué de muchas de mis opiniones.
Y es que, joer, J. A. Bayona utiliza como base para su película la traumática, dura y atroz experiencia de una familia española en la Navidad de 2004 y, claro, ahora vengo yo y me saco de la manga una reseña no demasiado favorable. Así que dejando claro desde el principio que la historia real de María, Quique, Lucas, Tomás y Simón merece todos mis respetos y que es imposible (valga la redundancia) imaginarse cuánto sufrimiento vivieron en aquellos días, pasemos a la ficción y analicemos Lo imposible.
A la nueva peli del aclamado director de ‘El orfanato’ nada se le puede objetar en cuanto a la «forma» porque roza el 10: espectaculares efectos especiales, trabajadísima fotografía y un diseño de producción y un maquillaje verosímiles hasta la saciedad. La secuencia del tsunami o las escenas que narran los efectos posteriores a la catástrofe te dejan sin aliento y completamente inmóvil en tu butaca. Escalofriante. Y eso sin olvidar las magníficas interpretaciones de sus protagonistas de las que hablaremos más adelante.
Siempre me ha cabreado la manipulación y como últimamente apenas se puede leer-ver-escuchar nada que no pretenda entorpecer nuestro libre pensamiento, me fastidia enormemente pagar una entrada de cine (con su correspondiente 21% de IVA) para que también me «obliguen» (a través de truquitos ya muy vistos) a llorar, sufrir o taparme los ojos: una historia tan real y verdadera (como el mismo Bayona se ocupa de remarcar en los títulos de crédito iniciales) ante la que todo espectador (todos) reaccionará como ser humano que es; la rimbombante música de Fernando Velázquez siempre presta a señalarnos cuándo es el momento justo en el que tenemos que sacar los pañuelos; un jueguecito tremebundo en el que padre e hijos parece que no van a encontrarse nunca (aquí el pañuelo lo saqué yo); terribles heridas no aptas para estómagos delicados; y la trampa de las trampas (muy en la línea del final de ‘El niño con el pijama de rayas’): ¿por qué sólo se detienen en el drama de los turistas y se olvidan de las miles de víctimas autóctonas? ¿Será que impacta más la muerte o el sufrimiento de los «nuestros», porque ya nos hemos acostumbrado a la de los «pobres»? A saber…
Que no, que para retratar el dolor ajeno no es necesario tanto despliegue de sangre, desesperación, muerte, lágrimas y dolor. No hace falta regodearse en ello para acercarse, aunque sea mínimamente, no sólo a lo que padeció esa familia española (americanizada en la película para atraer -con todo el derecho del mundo- al público estadounidense), sino todas esas familias tailandesas y occidentales cuyas vidas cambiaron para siempre aquel 26 de diciembre de 2004.
Y entre tanta vorágine de sentimientos los fantásticos trabajos del quinteto protagonista: el matrimonio ficticio formado por Naomi Watts e Ewan McGregor y estupendos Tom Holland, Samuel Joslin y Oaklee Pendergast como sus hijos. Sin olvidar las breves intervenciones de Marta Etura (difícil reconocerla cuando no enseña su blanquísima dentadura) y Geraldine Chaplin.
Lo imposible decepcionará a muy pocos que saldrán del cine habiendo visto lo que esperaban (Mediaset nos ha puesto los dientes largos desde hace semanas), alimentando ese morbo al que ya todos nos hemos habituado (incluida la que escribe) y congratulándonos por lo afortunados que somos al observar una tragedia desde detrás de la barrera.
Lo que está claro es que ser rico y tener una buena póliza de seguros te devuelve inmediatamente al primer mundo.
Para ver la ficha de la película, pincha aquí.
Briony
#1 por Karelia el 14 octubre, 2012 - 00:49
Una peli que no pienso ver, yo no voy al cine a llorar por las miserias por las que pasa el ser humano en una película adornada cuando tengo suficiente con mirar a mi alrededor.
Por cierto, no eres la única que habla de la fábrica de pañuelos!!!!
#2 por serreina el 14 octubre, 2012 - 01:52
Sí que la vere, pero no creo que en salas de cine, a pesar de perderme sus estupendos efectos especiales.
#3 por rship19 el 14 octubre, 2012 - 07:25
Coincido en ver desfavorablemente la manipulación excesiva de nuestros sentimientos – algunas veces tolerable en las cintas románticas – pero particularmente en la tragedia.
#4 por Jeru el 14 octubre, 2012 - 20:41
No voy a ver las pelis de Bayona desde que vi su corto El hombre esponja, plagio del cuento de J. D. Salinger El hombre que ríe. Y digo plagio porque en ningún momento en los créditos nombra a Salinger e incluso recibió algún premio a guión original. Increíble su desfachatez y sorprendente que pasara desapercibido al jurado y la crítica. Así que nadie se extrañe de encontrar en sus películas deshonestidad o manipulación.
#5 por Snake el 14 octubre, 2012 - 21:27
Si lo que dices es cierto, que no lo pongo en duda la verdad, creo que Bayona se cubrió de gloria haciendo eso.
Lo más curioso es que simplemente haciendo El Orfanato ya se haya convertido en un director por el que su nombre pueda vender una película. Cuando otros directores han tardado bastante en ser reconocidos y poder tener su hueco (siendo mejores que el español).
#6 por maria escobar larios el 27 enero, 2013 - 00:35
¿por qué no se utilizaron actores españoles?
#7 por Snake el 27 enero, 2013 - 10:37
Simple y llanamente, para que así la película se pudiese vender mejor internacionalmente.
No es lo mismo José Coronado que Ewan McGregor, ni Maribel Verdú que Naomi Watts.