Recomendaciones cinéfagas: ‘Get the gringo’ y ‘The Salton Sea’

Esta semana las Recomendaciones cinéfagas llegan con algo de retraso, lo siento, andaba un poco liado y se me olvidó por completo que os había prometido publicarlas semanalmente, aunque más vale tarde que nunca, o eso dicen. Pero creo que la espera habrá merecido la pena porque hoy os traigo dos títulos muy interesantes: ‘Get the gringo'(Adrian Grunberg,2012) y ‘The Salton Sea'(D.J Caruso,2002), así que no perdamos más tiempo en insulsa palabrería y entremos en materia.

‘Get the gringo’

Sinopsis:Un criminal (Gibson)es atrapado por las autoridades mexicanas , quienes le envían a una prisión llena de criminales y droga, donde aprenderá a sobrevivir gracias a la ayuda de un niño de nueve años.

Lo mejor: Mel Gibson parece haber rejuvenecido unos cuantos años y nos brinda una interpretación de tío duro/canalla/simpático  como las que solía regalarnos antaño en títulos tan interesantes como ‘Maverick’, ‘Payback’ o la saga ‘Arma letal’. ‘Get de gringo’ resulta una obra directa,muy eficaz, y que en poco más de 80 minutos nos ofrece un entretenimiento la mar de digno y honesto,algo que en estos tiempos tan aciagos es muy de agradecer.

Lo peor: En Estados unidos esta película no pudo verse en los cines, pasó directamente a ser distribuida en el mercado doméstico. Algo que, mucho me temo, también sucederá en nuestro país, eso si no nos quedamos «sin verla».

‘The Salton Sea’

Sinopsis: Danny Parker es un hombre en busca de la redención, consumido por una sensación de soledad y alienación. Tras la muerte de su esposa, se queda a la deriva en unos sórdidos bajos fondos habitados por un ecléctico, y a menudo cómico, grupo de personajes unidos más que nada por su elección del tipo de droga: la metanfetamina cristalina. Un excelente músico de jazz, Danny, es ahora un «tweaker» (adicto a la metanfetamina) de los bajos fondos de Los Angeles que nos conduce a través de un frenético laberinto, del que debe salir antes de que su débil contacto con la realidad se rompa para siempre. En un audaz intento Danny trama secretamente un plan para actuar como intermediario en un lucrativo negocio de drogas. Con la ayuda de su amigo Jimmy «The Finn», Danny es presentado a Pooh-Bear, un desquiciado magnate de la metanfetamina aficionado a los juegos recreativos sádicos, que cierra el trato. Pero en este mundo enloquecido, nada ni nadie es lo que parece. Sin embargo, mientras hace este peligroso viaje por los bajos fondos de Los Angeles, Danny vuelve a descubrir una ternura que creía hace tiempo perdida, cuando trata de ayudar a su preocupada y vulnerable vecina, Colette.

Lo mejor: Las actuaciones de Val Kilmer, Vincent D’Onofrio y Peter Sarsgaard, interpretando a unos colgados, son de lo más convincentes. La historia es entretenidísima y mucho más profunda de lo que a priori pueda parecer. Incluso el soso de D.J. Caruso, en este film, lo hace bastante bien y parece un realizador normalito, tirando a bueno, y no ese director soseras que nos ha obsequiado con chorradas como Soy el número cuatro o La conspiración del pánico .

Lo peor: Lo injustamente desapercibida que pasó esta buena película. En este caso tampoco tengo ninguna duda, este film se merecía más respeto y mucha más atención de la que recibió en su momento, pero el tiempo siempre pone a cada cosa en el lugar que se merece.

Sayonara.