Mientras escribo estas líneas estoy escuchando de fondo la canción «You´re the Best», precisamente la que escucharéis vosotros cuando veáis el vídeo que está situado más abajo, siendo la más reconocible de la película. Y aunque la tenía olvidada, y aunque igual no haya pasado a la historia del cine, sí me ha devuelto ese tufillo ochentero que tanto nos gustan a algunos de los cinéfagos de este blog. Esas canciones que «parecían todas iguales» pero que a la larga acababan teniendo entidad propia.
Daniel Shan (Ralph Macchio) y el Sr. Miyagi (Pat Morita) han acabado siendo parte de esa década, nombres reconocibles como el de Marty McFly (Michael J. Fox/ Regreso al Futuro), John McLane (Bruce Willis/ La Jungla de Cristal) o Martin Riggs (Mel Gibson/ Arma Letal). Incluso las consabidas entregas que sucedieron a Karate Kid demostraron el éxito de esta película, si bien hay que ser honestos y decir que la cosa iba decayendo. Ni siquiera el cambio de género, poniendo a Hillary Swank como protagonista en El Nuevo Karate Kid (The Next Karate Kid- 1994) consiguió que levantase cabeza dicha saga, aún con la presencia de Pat Morita. No voy a hablar tampoco de las imitaciones (tipo Karate Kimura), pero sí del remake que protagonizaron Jackie Chan y Jaden Smith, titulado The Karate Kid (2010). Un remake bastante digno y del cual se hizo eco Karelia en su consiguiente reseña. Y es que «actualizaciones» como ésa sí merecen la pena.
La historia de Karate Kid es bien sencilla. Un chaval más bien esmirriao, con menos cuerpo que el tobillo de un canario, recibe una paliza de unos chavales (los cuales ya se metían con él con anterioridad) que son alumnos en una escuela de Kárate. Con lo que su sueño de revancha está más lejos que nunca. A no ser que cierto asiático entrado en años le aleccione y demuestre que con esfuerzo cualquier sueño está al alcance de cualquiera. Ni que decir tiene que a TODOS -me arriesgo en decir eso, porque soy un lanzao- nos gusta ver que el patito feo de la película acaba convirtiéndose en un Cisne. Osea, que nos gustan los perdedores que acaban sacándole el dedo medio a la vida y superando los mayores obstáculos.
Hay tres momentos que quedaron en la retina del espectador. El Sr. Miyagi intentando atrapar una mosca con dos palillos chinos, el entrenamiento inicial al que somete a Daniel («Dar cera, pulir cera») y el golpe final que le acaba dando el susodicho a su enemigo. La patada de la grulla. Que igual podía estar a punto de bailar una Jota (baile típico aragonés para el que no lo sepa). Pero es así. Sostenerse con una pierna, elevar los brazos y propinar una espectacular patada en plena jeta del que tenemos delante.
Esta cosilla me atrevería a decir que lo intentamos todos los que vimos la película. Yo tenía 9 años, así que me era más fácil imitar eso que poner en mi mano una calavera y recitar a Shakespeare. Pero seamos sinceros. Lo que molaba no era la posturita en sí, lo que molaba era tener un sparring delante que recibiese nuestro pie en toda la cara. Porque hacerlo en casa, solo, no era lo mismo. Ni que decir tiene que la dificultad era encontrar al pardillo de turno, pero siempre podías decir que a la siguiente le tocaría a él. Son cosas de cuando eres crío y te impresiona una película, no voy a extenderme más.
El «malo» que he comentado, tanto aquí como en el remake (aunque ahí son más niños que aquí) no lo es tanto. Le hace putadas a Daniel, se burla de él, pero si ves la película el verdadero cabronazo es su Sensei, su maestro, su entrenador. Conforme avanza el combate se ve claramente que hay dos posiciones enfrentadas entre los dos adultos. Uno, Miyagi, que piensa (sabiamente) que las artes marciales son de defensa y tiene que ser un arte limpio, sin violencia gratuita. Y la del otro equipo, que manda a sus «secuaces» a que revienten a Daniel cueste lo que cueste. Esos momentos, donde los alumnos piensan que no todo vale (a base de miradas y algún que otro consejo a Daniel), son posiblemente los mejores. Aunque a nosotros nos siga encantando la patada de la Grulla.
Fdo: Snake
#1 por Harry Powell el 6 junio, 2012 - 01:03
Dejando de lado el debate de si ‘Karate kid’ es una buena película o no, es algo innegable que la escena que mencionas es una de las escenas más imitadas del cine, sin duda alguna.
Y ahora contaré algo que no debería contar. Yo tenía 8 años cuando se estrenó la película, y en esa época yo estaba flipado con las artes marciales(supongo que como millones de niños en el mundo). Me pasaba el día «entrenando» para ser ninja, recuerdo a mi padre cabreado porque no quería hacerme unos nunchakus por miedo a que se los estampará en la cara de mi hermano o de algún amigo.Pero aún así me los hacía, supongo que por lo pesado que llegaba a ponerme.
Pero bueno, no es eso lo que quería contar, ya me estoy yendo por los Cerros de Úbeda, el meollo de la cuestión esta en que Daniel Larusso cuando realiza la técnica de la patada de la grulla lo hace con los pies descalzos,algo que por cierto es higiénicamente cuestionable, y que daba pie(nunca mejor dicho) a cantidad de bromas relacionadas con el característico aroma de que desprenden nuestras «zarpas» inferiores, bromas que nos llevaban a preguntarnos si realmente lo que había dejado K.O al odioso y repelente Johnny Lawrence había sido el temible golpe de la grulla, o si realmente lo que logró tumbar a Johnny fue el apestoso olor de los pies sudorosos de Larusso(algo normal si tenemos en cuenta que llevaban ya un rato de competición y el sudor no perdona…….).
Pues yo, con lo flipado que estaba con el karate y la dichos patadita, ponía en práctica la temible técnica día sí día también, y lo hacía con los pies descalzos(como debía hacerse). Lo malo es que en esa época tenía una pequeña fobia a cortarme las uñas de los pies y como os podéis imaginar mis «mejillones» eran un arma mortífera, capaz de con tan sólo un rasguño contagiar el tifus como mínimo…..
En fin, ya he hablado demasiado. Gran escena 😉
#2 por Harry Powell el 6 junio, 2012 - 01:44
Me he dejado algo por comentar. Algo que siempre me hizo mucha gracia de las tres películas de ‘Karate Kid’ protagonizadas por Ralph Macchio es que Daniel Larusso recibía más hostias que los pobres «jamones del refrigerador» de Rocky. Al bueno de Daniel-Shan lo zumbaban de lo lindo en las tres pelis,pero al final siempre se sacaba alguna técnica mortal de la manga y ganaba a su oponente. Pero aún así la somanta de hostias que se llevaba Larusso era de órdago.
#3 por OVER el 7 junio, 2012 - 00:00
Que anacrónica esta película que esta patadita no es nada en estos tiempos y en la parte 2 el japones no se la come y lo manda al suelo…
#4 por lanas75 el 7 junio, 2012 - 21:29
Dar cera, pulir cera…
#5 por VAGO el 7 junio, 2012 - 21:39
De hecho el director de «Karate Kid» es John G Avildsen. Ganador del Oscar a mejor director en 1976 por «Rocky» . Las cosas de la vida…
#6 por serreina el 8 junio, 2012 - 02:20
Es una película que a mi también me trae buenos recuerdos. Yo también era un fanatico de las artes marciales. Casualidad que la volví a ver hace poco por su pase en Clan. A mi hija de 7 años le encanto.
#7 por Demóstenes el 24 junio, 2012 - 21:34
Karate Kid es una película genial xD. Ni qué decir que guardo el DVD en mi colección de cine de artes marciales como oro en paño, es pura genialidad del cine ochentero de bajo presupuesto. Ni qué decir que gracias a esta película hice karate hasta hace dos o tres años, y por ello le guardo mucho cariño. Ahora mismo realmente es una película que la ves y notas que los que pelean no son realmente grandes luchadores, pero qué importa… dal cela, pulil cela!!
#8 por Ricardo De La Cruz el 12 diciembre, 2015 - 13:43
Esta película me trae buenos recuerdos de la infancia ochentera. Pero yendo al grano, tengo en mis recuerdos que en la pelea final el vil golpe que Daniel recibe en la pierna lo dejaba revolcándose de dolor por un buen rato. Cuando he visto nuevamente la película después de muchos años ya no sucedió así. Será q mis recuerdos estaban distorsionados o alguna nueva edición?