Series de televisión: `Siete Vida´y `Aída´ -políticamente incorrectas-

 siete vidas (1) por ti.

A alguien hay que agradecerle que en España se hayan hecho estas dos series. Más que nada porque rompen con muchas cosas que se han enquistado en el panorama español desde hace ya muchos años. Una calidad que hacía que el espectador (en el caso de Siete Vidas hablo en pasado. Aunque se puede disfrutar de las reposiciones como estoy haciendo actualmente) se olvidase esa frase socorrida -aunque no alejada de la realidad en muchos casos- que dice «aquí en España no se hace mas que mierda». Un adjetivo que parece duro pero que se utiliza habitualmente.

Tanto la serie primigenia como el spin-off (es cuando utilizan algún personaje de una serie o película  para darle una película o serie propia. Ya sé, parece un perogrullo) tienen algo que enganchaba a la audiencia. Yo lo tengo claro. Había actores o actrices que me podían gustar más o menos (Eva Santolaria sería de las que menos), pero había un grupo de guionistas que se trabajaban los diálogos y las historias de una manera encomiable. Los cuales no daban descanso alguno y provocaban la sonrisa del espectador (como dijo Jack Lemmon: «es más dificil hacer reir que llorar»).

Cada personaje tenía su punto, y lo mejor de todo es que podían reflejar algunos aspectos -en ocasiones elevados a la enésima potencia- que se pueden ver en la calle que habitualmente pisamos y vivimos. No en vano hablamos de una serie de ficción y ahí radica la magia del asunto.

aída por ti.

Ayer, por ejemplo, estuve viendo dos episodios de Siete Vidas. Y me acabé preguntando, ¿por qué cuando veo una comedia española no siento lo mismo que cuando veo esta serie?. Fácil. Dentro de que la mencionada y Aída tengan su toque malsonante y libre de cualquier censura (algo de agradecer), tienen chispa. Mantienen el tipo desde que empieza el episodio hasta que acaba. En el cine, la inmensa mayoría de las veces, recurren a lo fácil. A lo repetitivo. A lo zafio. A los chascarrillos habituales. A lo escatológico. Pero no sólo aquí, si no tambien en lo que nos viene de fuera. Y no sería mayor problema recurrir a lo que he citado antes si no hubiésemos caído en una vorágine donde no parecen querer salir. Más por desidia de los guionistas que por otra cosa.

A veces no hace falta tener un gran presupuesto ni tener a grandes actores en nómina (aunque eso pueda tener tirón). Simplemente hace falta «tener idea». «Aída» es posiblemente una de las serie más transgresoras que hay en la televisión actualmente. Sólo hay que ver a los personajes que en ella deambulan.  La protagonista solía empinar el codo habitualmente y de madre responsable más bien poco, su hija ligera de cascos y de estudiante mejor ni hablamos, su hijo un ladroncete sin pudor alguno, una de sus amigas es prostituta, el dueño del bar racista perdido, el hijo de Pepe Viyuela declarado homosexual, etc. Es decir, hay un elenco de personalidades totalmente fuera de cualquier tipo de corrección política. Y me refiero a que cuando las conversaciones surgen no hay ningún tipo de velo que deje al espectador con algún tipo de laguna. No, lenguaje directo y al cortex cerebral del televidente. Si hay que decir «hijoputa» se dice y tan alegremente. Probablemente eso sea lo que pueda suscitar las críticas de turno. Un reflejo de la realidad cotidiana no es plato de buen gusto para quienes creen que ver una serie o una película puede producir una generación aberrante y falta de moral (algo de lo que discrepo). Aunque yo prefiero a un crío diciendo mierda, que a otro que el día de mañana se convierta en político -educado eso sí- y me robe el dinero impúnemente. Quedando libre gracias al amparo de la ley. Pero son opiniones personales. A veces lo cortés no quita lo valiente.

Si comparásemos «Siete Vidas» con «Aída» veríamos una evolución. No porque los personajes de la primera sean mejores o peores (que de todo hay), si no porque en la que protagoniza  Carmen Machi nos sumergen literalmente a un barrio común de clase obrera. Mientras que en «Siete Vidas» estaríamos algo alejados de ese estilo de vida (sin ser de la Jet Set, se entiende). Ambas son totalmente indentificables y raro sería que quien no disfrutó con la que parieron Tony Cantó, Paz Vega, Amparo Baró, etc, no lo hiciese con su spin-off.

Sin embargo, como suele pasar con todas las series, tarde o temprano acaba por perder frescura. En algún momento de su andadura el espectador, sea fan o no, acaba por sentir agotamiento. Los guiones acaban por perder algo de la gracia que tenían o el cambio incesante de actores/ actrices acaba por hacer mella. Incluso ellos mismos acaban quemándose. Lo mejor en estos casos, aunque siempre mandarán las audiencias, es una buena bajada de persiana. Alargar algo innecesariamente (véase el caso de Expediente-X y sus ultimas temporadas por poner un ejemplo) no es precisamente la mejor forma de dar un broche de oro.

De momento habrá que seguir disfrutando de la serie que sigue en antena, aunque no estoy seguro de que le quede fuelle para muchos más temporadas. «Siete Vidas» acabó después de más de doscientos episodios (204), teniendo en su haber nueve temporadas. Lo cual no es moco de pavo en estos tiempos. Empezando en 1999 y acabando en el 2006.

Aída se sitúa en 110 episodios y empezó hace cuatro años. Esperemos que sepan acabar a tiempo o darle un nuevo giro para que la rutina no acaba mermando en el espectador. Porque eso pasa incluso con las grandes series.

Tomas falsas de «Siete Vidas»

Tomas falsas de «Siete Vidas» segunda parte

Tomas falsas de «Aída»

Tomas falsas de «Aída» segunda parte

 

Fdo: Snake  

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  1. #1 por Miripi el 21 octubre, 2009 - 14:34

    Gracias por acordarte de estas series. 7 Vidas ha sido y será la mejor serie española que yo recuerde. Sobre todo no olvidaré la emisión del último capítulo que se grabó en directo. Me dió mucha pena, pero creo que fue el mejor final.

    Un saludo.

  2. #2 por ipanonima el 21 octubre, 2009 - 17:09

    Siete vidas era una de las mejores series que se han hecho en este país. y sí, los cambios la afectaron, porque cuando se fue Javier Cámara…. bufff.
    En cuanto a Aida, no la soporto. quizá tengan que ver otros motivos, de la misma forma que no soportamos el olor a hospital, pero si lo estás pasando muy mal y tienes eso de fondo…. brrrrrrr.

    Siete vidas tenía su gracia, algo que encuentro en Cómo conocí a vuestra madre (de la que tengo pendiente un post para comentar cosas bastante curiosas) y que no encontré en Friends. detalles como que siempre cortaban al frutero cuando iba a decir su nombre…

    Yo siempre me quedaré con esta escena, totalmente improvisada.

  3. #3 por Karelia el 21 octubre, 2009 - 20:42

    Ayssssss, que buena serie la de 7 vidas, Aida nunca me llegó a gustar tanto.

    Por cierto, después de leer este post, creo que mi anterior comentario estaría repartido entre este post y el anterior.

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