Los grandes del cine cómico mudo (II) – Max Linder

Maximilien Gabriel Leuvielle, más conocido como Max Linder, nació en 16 de diciembre de 1883 en París y apareció por primera vez en una película en 1905.

Fue el cómico francés con más éxito en su país (era el actor mejor pagado de Francia) y en Europa hasta la eclosión de la Primera Guerra Mundial y el triunfo de Chaplin que llegó a confesar sentirse deudor del francés. Parece ser que Charlot le regaló una fotografía suya con esta dedicatoria: «Al único Max, el maestro, de su alumno. Charles Chaplin».

Luchó en la Primera Guerra Mundial experiencia que le dejó secuelas físicas y emocionales que afectarían a su carrera cinematográfica.

En 1916 la compañía Norteamérica Estudios Essanay (que también contaba en su nómina con Charles Chaplin) le contrató, pero al no alcanzar el éxito esperado volvió a su país. En años posteriores iría alternando sus trabajos en Hollywood con los realizados en Francia.

Las continuas depresiones que sufría le abocaron al consumo de drogas y a pactar un suicidio junto con Jean Peters con la que había contraído matrimonio en 1923. El 31 de octubre de 1925 ambos se cortaron la venas. Linder tenía 41 años.

Actor que encarnó a un personaje caracterizado por su elegancia y distinción (tenía un notable éxito entre el público femenino) que se veía inmerso en todo tipo de hilarantes enredos, pasó al olvido poco después de su muerte. Habría de esperar hasta 1963 para que la película “En compagnie de Max Linder” (promovida por su hija Maud) le reivindicara como uno de los grandes cómicos del cine mudo promotor e inspirador de lo que se ha llamado la edad de oro de la comedia.

 

 

Briony