Héroes de acción de tercera edad última parte: completando el círculo.

bscap0040

Hace algo así como mil años eché un vistazo a una vieja colección de VHS. Poco a poco, encerrados en cajas de cartón, las carátulas ochenteras cogieron capas de polvo lo suficientemente grandes como para que los de CSI encuentren tus huellas digitales. Algunas de esas películas me las compré cuando el mundo era más tranquilo, los dinosaurios gobernaban la tierra y la paga que recibía cada semana no era examinada por los ojos golosos del estado para apoderarse de una parte. Pero el tiempo no perdona, ni por esos VHS que hoy ya no puedo reproducir en ningún lado ni en los actores que participaron en ellos. Jean Claude Van Damme pronto cumplirá cincuenta años.

Recientemente Minos celebró el aniversario de una obra cumbre de la ciencia ficción y del cine moderno, Matrix, curiosamente con la que yo cerré la tercera parte de este especial que hace un repaso por varias carreras de los duros de Hollywood y lo que han dado de sí. Matrix, con su fotografía, su control de cada actor en esas escenas Bullet Time tan imitadas, su argumento y, sobre todo, su tratamiento de la acción, marcaron un antes y un después en esos actores musculosos ya un poco desfasados. De pronto ya no necesitabas ser fuerte para levantar a un hombre, o el poco atractivo que las nuevas generaciones femeninas veían por alguien como Sylvester Stallone hizo que un nuevo mercado se abriese paso, poniendo a jovencitos chulis y guapetones como hipotéticos héroes de un género que terminó por repudiar a sus padres fundadores, por llamarlos de alguna manera, y los relegó a la fila de atrás. El nuevo milenio, que arrancó con Arnold Schwarzenegger, Stallone, Van Damme y Seagal inmersos en problemas con las drogas, el ego y unas carreras sin rumbo fijo, veían claro que el chollo se acababa, ya no vendían tanto como antes y sus nombres, que antaño les habían conseguido éxitos, eran ahora unas pesadas cargas que llevar sobre los hombros. Todos estos hombres reaccionaron de una forma diferente, y es por eso por lo que creé este especial, las tres entregas anteriores sirvieron para ponernos en situación, y ahora vamos a ver qué pasó con ellos.

Sexto_Dia01

En el año 2000, Arnold Schwarzenegger, al que le pido desde ya que se cambie el apellido por uno más corto y fácil de escribir, había empezado a plantearse su retirada del cine debido sobre todo a dos factores: una operación a corazón abierto, que obligó a suspender un inminente rodaje a las órdenes de Ridley Scott titulado ‘Soy Leyenda’ que más tarde sería adaptada para el típico héroe Sexy y limpio de la década, Will Smith, y su matrimonio con la sobrina de J.F Kennedy, uno de los presidentes más cinematográficos de la historia. Arnold representaba el sueño americano, llegar a lo más alto. Por eso no es de extrañar que empezase a interesarse por la política, y su siguiente película, el Sexto día, fuera más bien discreta y olvidable con el candente tema (en el año 2000) de la clonación y la incertidumbre de llegar un día a casa y descubrir que un clon nuestro está en la cocina tirándose conviviendo con nuestra mujer. Al igual que “Asesino Implacable”, remake de Stallone de una película de Michael Caine que cayó en el olvido. Quizá The Order, con Van Damme repartiendo toñas en Jerusalem tampoco era muy buena, por mucho que saliera aquel tipo de la ANR, Charlon Heston. Es más, aquí empezamos a ver a un Van Damme cansado y sin aguante, lo que repercute en sus escenas de acción. Quizá de este grupo la que mejor opinión se llevó fue Herida abierta, de Steven Seagal, con la que intentaba regresar a la Pole Position de los machos.

Yo os pido que os quedéis con esta última, porque gracias a ella (o por su culpa) alcanzamos un logro cinematográfico similar al paso del blanco y negro al color, el cine sonoro o las palomitas de maíz: La producción masiva deSeagalmovies.

Mural Seagalmovies

En el año 2001, el mundo se vio sacudido por una trilogía cinematográfica acerca de un escocés de metro diez con los pies peludos y no se qué historia rocambolesca sobre llevar un anillo a un volcán custodiado por un faro maléfico. Fue un taquillazo y las quinceañeras hormonadas y poco exigentes se lanzaron a las calles gritando: ¡Edwaaard, Jacob!!! Digo… gritando el nombre de Orlando Bloom, el clásico ejemplo del héroe de esta década. No sólo quedaba bien en pantalla sino que además podía anunciar colonias, after shaves (recordemos que en Acorralado a Rambo lo afeitaban en seco), polos Lacoste… Sin embargo, en ese mismo año también ocurrieron los atentados terroristas del World Trade Center, y quizá sean imaginaciones mías, pero tal vez ‘Daño Colateral’ donde Chuarche perdía a toda su familia a manos de terroristas sin escrúpulos, no tuvo el mejor momento para estrenarse.

Así que, mientras su carrera artística se hundía más rápido que el Titanic, se acordó del tipo que le lanzó a la fama definitiva y que llevaba desaparecido desde 1997 escribiendo una historia sobre pitufos gigantes, así que le llamó y James Cameron le dijo que un tipo había ido a pedirle su bendición sobre Terminator 3. Se dice que hablaron sobre lo que el estudio planeaba hacer con la franquicia y que era tan rematadamente malo que Cameron le aconsejó que pidiese mucho. Y dicho y hecho, diez años y treinta millones de dólares después, Arnold Scwarzenegger, convertido en el actor mejor pagado de Hollywood empezó a entrenarse tratando de cambiar su aspecto actual por… bueno, mejor miradlo vosotros mismos.

ArnoldSchwarzenegger_1

Y tras ese intensivo entrenamiento nos llegó Terminator 3: la rebelión de las máquinas, refrito de escenas de las anteriores entregas de la saga, con un John Connor soso y un guión bastante malo. Aunque con el tiempo la gente la está empezando a mirar con otros ojos, lo cierto es que sobre todo le sirvió a Arnold para asegurarse la jubilación y retirarse del cine. Eso es, al igual que Chuck Norris, que llevaba tiempo perdido en trabajos de televisión dando patadas giratorias por una nómina bastante estrecha, estos dos monstruos abandonaron aquello que les hizo famosos para dedicarse a la política, y ese mismo año, mientras Stallone salía en la tercera entrega de esa gilipollez película familiar que es Spy Kids, Arnold Schwarzenneger era elegido Gobernador del estado de California.

arnold-fumando

Uy, perdón. Esa era de cuando no hacía campaña contra las drogas. Ésta es la que os quería poner.

gov08

Ahora quiero remitiros a la tercera entrega de Héroes de acción, donde os comentaba que en ‘Demoliton Man’ aseguraban que Schwarzenegger llegaría a ser presidente de los Estados Unidos. Por ley sólo los nacidos en EEUU pueden optar a la presidencia, por lo que insinuaban que debido a su gran reputación,esto se tuvo que cambiar. Quizá hubiera sido posible, pero el trabajo del austriaco (que ganó unas elecciones compitiendo contra bichos muy raros como legiones de frikis, actrices porno que promulgaban leyes estúpidas y demás) sufrió un gran revés. Su popularidad descendió en picado en el año 2005, obligándole a tomar una de las decisiones más difíciles de su vida.

El 13 de Diciembre de 2005, Arnold Schwarzenegger denegó la petición de clemencia de Stanley Williams, un pandillero que llevaba en el corredor de la muerte desde 1980, acusado de cuatro asesinatos, posteriormente rehabilitado y convertido en uno de los símbolos contra la violencia callejera y un candidato para el premio Nobel de la paz. Muchos piensan que, si en algún momento la carrera política de Schwarzenneger llegó al punto de no retorno, fue aquella noche. Su decisión abrió un debate intenso sobre la pena de muerte, (como siempre que sucede una ejecución) y al ex – actor empezó a conocérsele como “Gobernator”.

DiscoSeagal

Mientras tanto, sus compañeros se concentraban en matar en una pantalla y no fuera de ella. Refiriéndonos a las “Seagalmovies”, os contaré que desde «Herida Abierta» hasta hoy, Septiembre de 2009, Steven Seagal ha protagonizado 25 películas de acción, casi todas (23 como poco) directamente en DVD, incluída una comedia que tengo pendiente titulada ‘El rompepollas’ (?). El maldito misterio es por qué un tipo inexpresivo como un ladrillo, con pocos medios, haciendo siempre lo mismo, con títulos que son geniales para jugar al Scrabble, (hay un juego que consiste en crear frases con ellos, como por ejemplo: Steven Seagal, un tipo “Duro de matar”, atrapado “en tierra peligrosa” tiene una “herida abierta” con la sociedad, de modo que irá “buscando justicia”, poniendo todos sus sentidos en “Alerta Máxima” tomando una “Decisión Crítica” mientras se adentra en “las entrañas de la bestia… etc, etc.) no son un fracaso. Siguen recaudando lo suficiente como para estirar la carrera de un hombre autocomplaciente y Zen, mejor músico de blues que actor, guitarrista desde los 10 años y tiene un grupo llamado ‘Steven Seagal and the Thunderbox’. Aquí os dejo un fragmento.

Y ahora, tras la que supongo es una de las experiencias más extrañas de vuestra vida, mirad la otra cara de la moneda. Si ya os comenté que cada vez que Van Damme entra por la puerta Seagal huye dejando atrás al correcaminos, imaginad lo que debe ser, para ambos, pelear por los mismos papeles. Es decir, las “seagalmovies” son guiones escritos en serie para que estos dos hombres se peleen por conseguirlos. Con sueldos bajos, lo justo para mantener a la familia y seguir adelante. Es divertido ver en un videoclub ese tremendo Photoshop que hace que Seagal no parezca una momia egipcia, pero detrás de eso hay una historia que uno de los dos nos contará dentro de unos años.

Pero ahora hemos llegado al año 2006. Y creo recordar que todo el tema este de la nostalgia vino a raíz de un anuncio. A alguien se le ocurrió la brillante idea de no tratar de vendernos el Renault Megane GT a aquellos que hace poco que podemos consumir alcohol legalmente, sino a los que ya pasan de los treinta, rebuscando en su época y tejiendo un velo  de recuerdos añejos y cachondeo. Empezaron con la canción de La historia interminable y salió aquel pianista que yo no conozco, Richard Clayderman.

Y después fueron más allá. Ver el siguiente video tocará la fibra sensible de algunos, porque les recordará a un mundo con Freddy Mercury, Verano azul y los problemas artríticos de los playmobil.

Aunque dudo mucho que los anteriores anuncios se hayan visto en todo el mundo, sí es cierto que campañas similares hicieron resurgir a grupos musicales de los setenta como los Jackson 5, que empezaban a pensar en reunirse si lograban convencer a su hermano más famoso. Mucha más gente sacó sus trajes de baile de los armarios y pensó no sólo en el suculento mercado que se abría ante ellos (bueno, vale, algunos sí) sino también en “terminar como hay que terminar”, “en ponerse en pie y decir ¡aquí estoy!” y, sobre todo, demostrar que aún tienen mucho que ofrecer. Y precisamente por eso, Sylvester Stallone se plantó frente a su mujer y le confesó que estaba pensando en hacer otra película más de aquello que le dio la fama, Rocky.

La respuesta de todos los miembros de su familia fue “No”. No querían que hiciera más el ridículo. No querían verle diciendo más frases heroicas en las pelis de Rambo, ¿No era mejor dejar las cosas como quedaron? Pasar página, aceptarlo. Pero él se negó y poco a poco, como quien no quiere la cosa, comenzó a entrenarse y a escribir la sexta, que se dice pronto, y última entrega de uno de los boxeadores más famosos del mundo.

Muchos se rieron del abuelete Stallone, no en vano cumplía sesenta años, y comenzaron a haber rumores acerca de si usaría dobles o que la famosa escena del entrenamiento estaría rescatada de anteriores películas. El resultado se estrenó en cines en el año 2006, tres décadas después que la primera entrega, bajo el nombre de Rocky Balboa.

bscap0050

La cinta en sí es una canción al pasado. Rocky es viudo, regenta un restaurante y se gana la vida a base de contar batallitas a los clientes. Las paredes de su local están plagadas de fotos de sus momentos de gloria y se pasa las horas perdidas rememorando precisamente eso, la época en la que estaba con su mujer y era grande. Un día en un programa de televisión se preguntan si un luchador antiguo como él podría vencer al actual campeón de los pesos pesados mediante una simulación por ordenador, algo que es bastante común en EEUU, y como es tradición, siempre gana el veterano.

El resto os lo podéis imaginar. Pero en esta ocasión no es Rocky luchando por ganar un título, ser el más fuerte, el más duro, machacar más animales muertos en la cámara frigorífica. Se trata de salir adelante, como siempre hace Stallone. No preocuparte por lo que piense la gente, o lo que te digan. Hacer lo que él quería (luchar en el ring, demostrar que no era “Balboasaurio” o acabar una saga destrozada por las secuelas) con la cabeza bien alta. Y vaya que si lo consiguió.

Arnold-Schwarzenegger

Mientras tanto, en Austria, concretamente en Graz, la ciudad natal de Arnold Schwarzenegger, decidieron retirar el nombre del actor de un polideportivo en protesta a sus actuaciones sobre la pena de muerte. Poco después el gobernador renunció al título de “Hijo predilecto de Graz” y fue reelegido en su cargo. En 2006 además salieron al mercado doméstico tres “Seagalmovies” y Jean Claude Van Damme, tras arañar uno de esos guiones para sí compuso un proyecto titulado “Desafío a la muerte” en la que no pegaba tantas patadas, sino que dio prioridad a algo desconocido incluso para sus propios fans: la actuación.

Así es, aunque hay tiros y persecuciones para no aburrir a la gente, Van Damme borda su interpretación de policía adicto a las drogas ayudado tal vez por sus experiencias personales con el tema, y aunque la película es buena, nadie, excepto los que se atrevieron a verla, se dio cuenta de ello.

Es el contrapunto a Stallone. En el que la misma ilusión, ganas y esfuerzo no desembocó en el éxito. El propio Van Damme estaba convencido de que volvería a ser una estrella, pero no fue así. ¿Qué falló, a quién le puede echar la culpa? Pues tiene donde elegir.

Primero: mientras que Stallone recurrió a su vieja gloria, y eso fue publicitado a bombo y platillo, su enésimo trabajo para DVD importó lo mismo que los demás.

Segundo: lo quiera él o no, pertenece al subgénero de las “seagalmovies” así que su campaña de promoción y aspecto exterior, no difieren nada de las de su amigo el samurái Zen.

PON ESTA!!!!!!! XPPP

Y tercero: Llamarse Jean Claude Van Damme. Voy a explicaros la teoría del Marketing, poner lo más famoso en grande para atraer a la gente. Quiero decir que cuando alguien publica un libro, el título del mismo sale en grande, y el nombre del autor, en pequeño. Así hasta que te haces famoso, como por ejemplo el tito Stephen King, cuyo apellido impreso en letras sanguinolentas ocupa en algunos casos el cincuenta por ciento de la portada. Ya no importa el libro sino el autor. Lo mismo ocurre con los actores, y ¿Por qué en Desafío a la muerte el nombre de Van Damme apenas se ve? Respuesta: porque ya no vende, ya no le hace ningún bien y, como se demostró, mucho mal. La gente no fue a verla precisamente porque era suya, y ya daba igual que fuera una obra maestra.

Si Van Damme quería recuperarse, tenía que hacer algo radical.

john-rambo-sly-stallone-2

Y si hablamos de cosas radicales, nada mejor que el siguiente proyecto Stalloniano, meterse ahora con su “otro” personaje famoso. En una entrevista Stallone dijo que la generación actual estaba demasiado acostumbrada al CGI y a que con la excusa de las escenas de acción metieran un ordenador. (El espectador no es tonto y se nota mucho cuándo trabajan los píxeles, ¿O acaso os tengo que mencionar cierta pelea de los focos de Blade 2?) Así que decidió mostrar a ese público una película de acción a la antigua. Y sin cortarse un pelo. Si en su momento Rambo 3 figuró en el libro guinness de los records como la película más violenta, John Rambo estoy seguro de que destrozó esa marca. Se trata de una película bestial, que roza el gore en la justa medida para mostrarnos la crudeza de una guerra civil, con algunos momentos memorables como cuando evita que un soldado birmano se atragante…

bscap0049

O como cuando le da un analgésico para el dolor de cabeza a otro…

bscap0046

O soluciona los problemas de salud general de un tercero.

bscap0045

Pero lo importante es que con un presupuesto ínfimo (Poco más de treinta millones, Crepúsculo costó ¡35!) Stallone es capaz de exprimirlo al máximo e incluso, meternos una explosión que sin duda quedaría eclipsada por cómo un tipo se haría el desayuno en una peli de Michael Bay, pero que gracias al ritmo y al montaje del film, resultaba impresionante. Lo mejor no es apabullar, sino saber usar lo poco que tienes en algo bueno, y nuevamente, el potro italiano lo consigue.

muajaja

Y ahora sí que sí. Hace un par de años salió una noticia que, a modo de curiosidad aseguraba que se preparaba un “biopic” sobre Jean Claude Van Damme, ese actor de segunda categoría venido a menos. La gracia residía en que, al parecer, el propio Van Damme se había interesado por el proyecto. Así que pronto salió un teaser en el que el actor se colaba en su propio casting y generó un poco de expectación. El resultado es una cinta titulada ‘JCVD’ que trata de los días crepusculares de una estrella, que sin dinero, tras perder la custodia de su hija y mostrarnos cómo pelea por esa serie de ‘Seagalmovies’, se ve inmerso en el atraco a un banco y todo el mundo piensa que él es el responsable. ¿Cuánto de cierto o real hay en esta tragicomedia, donde el propio Van Damme mira a la cámara y se confiesa, habla sobre sus problemas con las drogas y mujeres? No lo sé. Pero sí es cierto que es tan trágica, salpicada con elementos cómicos como asegurar que Steven Seagal puede quitarle trabajo sólo por cortase la coleta, que es digna de echarla una vistazo. Porque si una película de Van Damme se estrena en el Festival de Sitges y merece aplausos, es algo que no podemos dejar escapar.

jcvd_07

Y para terminar, unos breves apuntes sobre lo que vendrá a continuación.

Todo lo que os he contado podría ser un buen punto final para unas carreras irrepetibles en un mundo digital y rápido que nada tiene que ver con los VHS, los macrovideoclubs y las sesiones de cine en televisión. Dado que cada post de este especial ha abarcado una década, hay mucho camino por delante para estos abuelos del género. ¿Y qué harán? Pues de momento Chuck Norris que ha estado “Desaparecido en combate” (no pienso hacer ningún chiste), usó su imagen hace poco en la campaña por la presidencia de los Estados Unidos para ayudar al candidato republicano salpicándolo de esos chistes que le han hecho famoso en Internet, anunció que quiere ser presidente de una Texas independiente y sacó un libro en el que critica la política de Obama, el aborto, la homosexualidad, y apoya la pena de Muerte. Arnold Schwarzenegger dejará de ser gobernador al final de esta legislatura, y vistos los resultados de algunos de sus compañeros, se plantea regresar al cine poco a poco. Lo primero que hizo fue ceder su imagen para que apareciera en Teminator Salvation, pensando que si tenía éxito, siempre podría salir en una quinta entrega. Y si la peli era una mierda, pues no era culpa suya.

Arnold-Schwarzenegger-Terminator-Salvation-00

Sylvester Stallone ha recibido un premio en la Mostra de Venecia por su contribución al cine, elevándole a la talla de Takeshi Kitano y está usando su reciente status de director taquillero para seguir adelante. Su próximo proyecto, The Expendables, parece una versión moderna de ‘Los siete samuráis’, en la que un grupo de mercenarios será enviado a un país Sudamericano a acabar con un dictador. Lo interesante no es sólo es estupendo estado físico de Stallone, (ya quisiera yo tener un abuelo así) sino su reparto plagado de glorias ochenteras y modernas: Jason Stathman, Jet Li, Dolph Lundgren, Mickey Rourke, Bruce Willis, el propio Stallone y un cameo especial: Arnold Schwarzenegger, pensado para que, si The Expendables tiene éxito, el austríaco amplíe su presencia en una secuela. Los productores tienen planeado hacer dos versiones de la película, una apta para 13 años y otra igual de bruta y gore que John Rambo, y piensan estrenar la que mayor acogida tenga. Yo estoy rezando ya para que me traten como un adulto.

Y algo que a muchos les ha decepcionado es que ni Van Damme ni Seagal estén en The Expendables. Stallone habló con ellos, pero ambos se descolgaron por varias razones: Van Damme quería hacer algo distinto (está rodando Soldado Universal 3 para DVD y The Eagle Path, que también dirige) y Steven Seagal tuvo que irse porque le debe pasta al productor.

the-expendables

Durante unas semanas se habló de un proyecto titulado ‘Weapon’ que uniría por fin a Van Damme y Seagal, pero éste último, cuando se enteró, se apresuró a salir por patas, confirmando una vez más quién hubiera ganado en aquella pelea en casa de Stallone. La nueva oportunidad que tiene el samurái es ‘Machete’ basado en el tráiler de Grindhouse dirigido por Robert Rodríguez en la que compartirá planos con Robert De Niro. Sí, sí, ¡El padrino y una ‘seagalmovie’ juntos! Rodríguez asegura que lo que intentará es, al igual que Stallone y Tarantino recuperar actores en horas bajas. El tema de cómo es posible que De Niro haya descendido hasta ser necesario que alguien le recupere, es algo que dejaremos para más adelante.

De momento, hasta aquí ha llegado este especial. Leerlo puede haber hecho que algunos de vuestros familiares os hayan dado por desaparecidos, así que corred a llamarles por teléfono e indicarles que estáis bien. Si buscáis alguna moraleja o algo en todo lo que les ha ocurrido, quedaros simplemente con que no son tan planos como sus películas los representan, y dadles una oportunidad cuando echen alguna suya por la tele. Su trabajo les ha costado y por mucho han tenido que pasar. Y recordad que nunca podéis juzgar a nadie y decirles que no podrán hacer lo quieren, ni siquiera aunque tengan treinta años, fama de guionistas fracasados y una profunda parálisis facial.

bscap0038

Pulsa aquí para leer la primera, segunda y tercera parte de este especial.

IP ANÓNIMAavatar

, , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

  1. #1 por Peter Parker el 30 septiembre, 2009 - 12:02

    Buen artículo, IP Anónima.

    Vaya portadas las de las películas de Seagal, en casi todas con su pose «a que quedo como un tipo duro con mi pistola». Salvo en The Onion Movie, jaja…

  2. #2 por Darkheim el 30 septiembre, 2009 - 12:26

    Impresionante como siempre, a ver si en casa puedo ver la «acutación» de Steven Seagal, parece increible la cantidad de peliculas he ha sacado este hombre… esi si.. fijaros en la expresión de su cara en las carátulas… ¡sólo cambia de perfil!!
    😛

  3. #3 por Kuchikisan el 1 octubre, 2009 - 14:36

    La verdad es que tienes razón en cuanto a lo del márketing y sobre todo cómo hacen últimamente los tráilers y si no, mira los de Malditos Bastardos o los de Luna Nueva. Te venden algo que no tiene nada que ver con lo que se te va a mostrar, y decepciona. Aunque también tenemos ejemplos de lo contrario, como bien mencionas que puede ser «The Eagle Path».

    Sólo por el nombre echa para atrás, pero siempre hay que dar una oportunidad (aunque todo hay que decirlo, a Steven Seagal yo ni agua, y menos después de verle hacer de «Cockpuncher» XDDDD), pero aunque la peli sea de acción estilo de los 90 y a algunos le parezca un poco fantasma (hay que reconocer que tampoco dista mucho de las pelis de acción de ahora), se nota la ilusión y el empeño.

    Creo que sí están viviendo una especie de «segunda edad de oro», y no sólo porque las modas sean cíclicas y se repitan, si no como bien dices «su trabajo les ha costado».

    Me alegro de que haya llegado al final este especial. Buen trabajo IP.

    PS: Por cierto, las portadas de Seagal molan. Es como jugar al encuentra las 7 diferencias XDDDDD

  4. #4 por Karelia el 1 octubre, 2009 - 18:01

    Un gran final para estos post IP, me ha gustado mucho saber lo que han estado haciendo estos hombres entre década y década.

    Y estoy convencida que el Swarche volverá a la pantalla grande, con un poco de suerte, veremos cual ave fenix, resurgir a este «monstruo» de las peliculas de acción, y con suerte volveremos a ver el tipo de pelis de los 90 que tan buenos ratos nos hicieron pasar a algunos.

  5. #5 por valentina el 12 julio, 2010 - 16:28

    no es necesario

  6. #6 por Edzon Ortega el 5 octubre, 2012 - 18:42

    Estos señores merecen respeto, este artículo no es objetivo. Muestra a Arnold como un «viejo drogadicto». Lo que estos señores hagan en su vida privada es un tema propio de ellos y los años y la vejes son de respetar, o que; ¿ser viejo es un crimen?; a todos nos llega la vejes. Los datos son interesantes, pero considero que en su mayoría las criticas no son constructivas.

  1. -Los Mercenarios (The Expendables)- El problema del cine de acción. « Tierra de CINÉfagos

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: