Actores infumables

 

Es decir, aquellos que cuando los veo en una película mis tripas empiezan a avisarme del peligro. Cada cual puede tener su terrenito personal donde recluirlos. La mía se va ampliando de vez en cuando. Hoy voy a omitir a las actrices y directores, que los hay. Ya que el post sería bastante más largo y tedioso, y no estoy por la labor. Estoy seguro que se me olvidará más de uno en esta particular lista. Así que no sería de extrañar que de aquí a un tiempo publique algún otro post actualizando a los ya existentes. Si es que mis neuronas me lo permiten.

Y es que aguantar en pantalla, por poner un ejemplo, a Jack Black, no tiene precio. Bueno sí, el de la entrada de rigor.

El mencionado abre mi lista. Es el primero que me viene siempre a la mente en los ultimos tiempos. Ni lo trago ni lo tragaré. Y eso que he visto algunas películas de él. Unas veces consciente y otras condicionadamente. Nunca, y quiero decir NUNCA, cambia de registro. Jack Black es Jack Black. Y sólo Bruce Willis me hizo sentir de putísima madre cuando se lo cargó en «El Chacal». Es totalmente imposible que me pueda hacer esbozar una sonrisa. Ya puede hacer mil comedias que nunca le encontraré la gracia. Soy totalmente consciente de que no está actuando. Su misma persona se antepone a cualquier papel que haga, de ahí que ni me lo crea ni me lo creeré. Lo peor de todo es que cuando fuí a ver «Terminator Salvation» anunciaron una película suya. Una que hacía de romano. Una que no veré ni aunque me regalen la entrada. He escarmentado con este individuo, pero al parecer seguirá haciendo películas. Un misterio que tendría que desentrañar Iker Jimenez.

 

 

Heredero directo de Eddy Murphy. Bueno, como éste hay muchos. Chris Rock sería otro que tal baila. Pero para mí Martin Lawrence es totalmente insoportable. Hasta límites insospechados. Es verlo y erizarme la piel pensando en la cantidad de gestos, estupideces y chistes malos/ sosos que tendré que aguantar en pocos minutos. En cierta manera entro en contradicción conmigo mismo. Aguanto y me lo paso bomba con Jim Carrey, mientras que critico la sobreactuación del protagonista de «Esta Abuela es un Peligro». No se que deciros, puede ser que simplemente sea un cuestión de gustos, y Lawrence no sea para mi paladar. Dolor de cabeza es lo que me produce cuando lo veo en «Dos Policías Rebeldes». Con eso lo digo todo.

 

A punto de cargarse una película tan interesante como «Al Cruzar el Límite». Encumbrado en «Cuatro Bodas y un Funeral». Patéticamente expresivo en la mayoría de sus películas. Tiene dos expresiones. Una cuando pone cara de bobo. Otra cuando sus ojos se vuelven pequeños, sus cejas forman una «V» y miles de arrugas se forman en su frente y la sien. A partir de ahí desarrolla cualquier tipo de papel que le ofrezcan. No hay límites. Igual da una comedia, que una película de época, que una de suspense. En cierta manera es como ver actuar a Emilio Aragón en un episodio de «Médico de Familia».  O igual exagero, aunque no lo creo.

 

Otro misterio al cual no existe explicación o respuesta alguna. Cierto es que el cine español recibe críticas por su calidad. Al igual que una inmensa mayoría de los actores y actrices de este país parece que estan leyendo un letrerito cada vez que hablan. Lo cual da como resultado una espontaneidad pésima. Fernando Tejero es el máximo representante de lo anteriormente expuesto. No me explico ni me explicaré como participa en el cine español. O en series. Igual me da. Su papel en «Aquí no hay quien Viva» debió de ser un reclamo para los productores y directores de turno. «Contratémosle. La gente se reirá». Sin comentarios. Jamás, jamás de los jamases veré (sea gratis o no) una película donde salga este elemento. Probablemente sea uno de los peores (y hay muchos) actores españoles que he visto en mi vida. Sólo comparable con las actuaciones de Coque Malla. Que esto tambien era para denunciar.

 

Me molesta poner a estos dos actores en mi lista. Pero se lo han ganado a pulso. Llevan años tomando el pelo al público. Ya no sólo aceptando papeles insulsos y sin trascendencia, si no esforzándose lo mínimo que puede hacer un actor. Es decir, poner la cara y leer las frases que ponen en el guión. De Niro y Pacino son grandes actores. O eran. A mundos de distancia de los que he mencionado antes. Pero eso no significa que alguien pueda vivir de las rentas durante toda su vida. Vale que en ocasiones todo el mundo haga tonterías (que se lo digan a Michael Caine en «En Tierra Peligrosa» o a Sean Connery en «La Liga de los Hombres Extraordinarios»), pero cuando vas encadenando una película tras otra, acabas pensando que pasan de todo y que sólo quieren cobrar el cheque poniendo los gestitos y ampliando los tics que tantos beneficios les reportaron en el pasado. Es decir, para mí son infumables en los ultimos años.

 

Y de momento eso es todo. Seguro que en breves sigo con el tema. Faltan las chicas y los directores. Lo cual puede dar para mucho.

 

Fdo: Snake