`Push´ -aburrimiento máximo en una película totalmente prescindible-

Habéis oído alguna vez la frase: «¡Dios que mierda de película! ¿Y por esto pague yo el precio de una entrada?». Pues algo similar me pasó ayer cuando ví la última película donde la peña tiene poderes (apuntándose al carro de turno) y quieren meter una historia de por medio. Porque muchas veces la trama, guión, historia, o como queráis llamarlo, es una simple excusa para mostrarnos, o torturarnos, una hora y media -si no son dos- de tonterías varias.

Y sí, las hay peores, pero os digo una cosa. Una simple cosa. Lo pasé mejor con la actualización de Jason y los consabidos adolescentes salidorros, que con la que nos ocupa. Osea, que igual me he vuelto loco perdido, o paso ya de todo olímpicamente.

La película empieza relativamente bien. Un comienzo que alberga que puede haber algo de misterio entorno a las personas que tienen una serie de poderes que los distingue de la sociedad. Muy heredera de los X-Men en ese aspecto. Ya que los protagonistas podrían estar encuadrados en ese ámbito. Aunque aquí no se esconden tanto ni son tan repudiados por los ciudadanos de a pie. Es más, cualquiera va utilizando sus habilidades y no hay policía de por medio que le importe un carajo. O yo me perdí esa parte entre bostezo y bostezo. Y es que nuestro protagonista ya sabe lo que es tener un poder determinado. Chris Evans fue uno de los integrantes de los Cuatro Fantásticos, la Antorcha Humana. Así que los efectos especiales no le pillan desprevenido.

Lo que parecía que iba a ser una película más o menos seria, que eso intenta aparentar, en sus primeros minutos, acaba siendo un episodio largo de la serie «Héroes» (la cual suele tener muchísimos episodios de relleno y cualquier temporada podría ganar con un tijeretazo de rigor). Es más, el final de «Push» te deja con cara de agilipollado. Pensando que los guionistas tenían (o tienen) en mente una trilogía. Y es que quedan tantos cabos sueltos o mal solucionados que no es de extrañar que en un futuro próximo (si la taquilla les acompaña) caigan las secuelas para que todo quede atado y bien atado.

Acabas con la sensación de ver un producto que podía haber dado más de sí. No se la toman a broma totalmente, pero tampoco la acabas viendo como una película con un buen acabado. Notas cosas que podían haber producido un resultado satisfactorio, pero se enredan de tal forma que es imposible no acabar con una acidez de estómago que sólo se pasa cuando sales de la sala de cine.

En un momento dado de la película, o estaba hasta las pelotillas de tanta tontería, me importaba un pito el gran plan que nuestro protagonista estaba llevando a cabo. Todo ello para que uno de los enemigos no sepa con exactitud lo que van a hacer nuestros héroes -por decir algo-. Y sí, los efectos especiales suelen estar a la altura en estos casos (a no ser que seas muy de serie b), pero ver a unos chinos pegando gritos (lo más gracioso de la película es ver los caretos de estos tíos), gente moviendo las cosas del entorno y a Dakota Fanning haciendo dibujitos, pues como que no me acabó atrayendo demasiado.

Y es que la protagonista de «El Escondite» es para mención aparte. Si ya en «La Guerra de los Mundos» la encontré insufrible, aquí no le va a la zaga. Se dedica a ir de listilla impertinente(puede ver el futuro y esas cosas) y a poner cara de empanada casera. La que me puede esperar en breves con esta actriz, no quiero ni pensarlo. Y eso que de cria lo hacía de puta madre, pero igual la gracia era su edad y conforme le vayan cayendo los años el pavo se le vaya subiendo a marchas forzadas.

Y podría seguir y seguir. Personajes que van y vienen sin venir a cuento (hay uno con unas uñas que parecían mejillones con el que me reí un rato. Eso sí que me hizo carcajear), unos malos (aparte de los chinos -que son de una mafia- estan los que quieren conseguir a una paciente que se ha escapado y que puede ser la que tenga la respuesta a… ¿de verdad nos acaba importando eso? Pues ni os lo cuento) sin carisma alguna, el típico prota que va de antihéroe y al final tiene que serlo (¿lo hemos visto antes? pues sí, mogollón de veces), unos secundarios prescindibles (incluídos los principales, que si matan alguno te la suda completamente) y finalmente un suspiro de alivio cuando ves que llega el final y puedes salir a la calle tan ricamente. Olvidando todo lo que has visto.

Ya lo decía al principio, las hay mucho peores, pero a mí me produjo un sopor dificilmente de aliviar. Si alguien la encontró de puta madre y disfrutó de lo lindo, que me lo haga saber. Así sabré que tengo que retomar mi medicación.

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Fdo: Snake