Si recordamos una película por una escena de antología, a “La semilla del diablo” tendremos que recordarla por sus últimos minutos, cuando Rosemary mece con ternura la cuna que contiene el fruto de su no deseada relación con el Diablo, mientras se escucha una inquietante nana.
Roman Polanski fue su artífice en 1968, llevando a la pantalla la novela de gran éxito, “Rosemary’s Baby”, que había escrito Ira Levin.
El título del libro fue el que también dio título a la película en USA, pero que no se respetó para su distribución en España, ni tan siquiera dándole una traducción literal, cuyo resultado hubiera sido “El bebé de Rosemary”. Cubriéndose de gloria, alguien tuvo la feliz idea de titularla “La semilla del diablo”, lo que ponía inmediatamente en la pista de sobre lo que iba el film.
Era el quinto título en el que Polansky ponía su firma.
Había sorprendido a la crítica en 1962, con su ópera prima, “El cuchillo en el agua”, una claustrofóbica película en la que con tan sólo tres actores, lograba crear un clima desasosegante, y que tuvo su reconocimiento, al ser propuesta para los Oscar de Hollywood de aquel año, en el apartado “mejor película extranjera”, pues el film era una producción polaca.
Le había seguido “Repulsión”, en 1965, producida en Gran Bretaña, un thriller psicológico, que sigue considerándose una de sus mejores películas, y en la que una jovencísima Catherine Deneuve realizaba una excelente interpretación.
Su tercera película, de 1966, “Callejón sin salida” (“Cul-de-sac”), protagonizada por la malograda hermana de Catherine Deneuve, Françoise Dorléac (falleció en junio del siguiente año en Niza, en un accidente de automóvil), nos retrata magistralmente el perfil psicológico de tres personajes forzados a convivir en un aislado castillo, y sus relaciones en una situación extrema, con toques de humor negro, rayando a veces en lo macabro.
Si las tres primeras habían sido ya suficientes para tener en cuenta todo lo que siguiera viniendo de la mano de Polanski, su cuarto film, confirmó que el talento del director iba a dar muchas satisfacciones a los espectadores. “El baile de los vampiros”, que realizó en 1967, saliéndose totalmente de las pautas de las clásicas películas de vampiros, en un derroche de ingenio, presentaba una hilarante parodia, de imágenes impactantes e ingeniosos diálogos, que contenía momentos de verdadero terror.
En “La semilla del diablo”, producida en USA, Polansky conjuga las características de sus anteriores películas (excepto el humor), y crea una atmósfera opresiva, en la que poco a poco se introduce el más puro e inquietante terror psicológico, cuyo centro es Rosemary (Mia Farrow), una joven y feliz ama de casa que desea ser madre, y que acaba de trasladarse junto a Guy (John Cassavetes), su marido, a un nuevo piso en un edificio llamado Bramford (en la realidad, el edificio Dakota, de Nueva York, en donde había residido unos años antes Boris Karloff, entre otras personalidades del mundillo del espectáculo, y en donde doce años después, sería asesinado a sus puertas, el ex componente de “The Beatles”, John Lennon, prestó sus exteriores para representarlo).
La forzada amistad con sus “pesados” vecinos de al lado, la aparentemente extraña situación en la que concibe a su hijo, su embarazo dirigido por terceras personas, y la pasividad de su marido ante sus temores, minan física y psicológicamente a Rosmary. Más cuando algunas personas de su entorno sufren accidentes o mueren.
Todo es tensión hasta el desenlace, en el que la protagonista descubre que sus miedos eran fundados, y conoce a su hijo.
Magnífica esa larga secuencia final, que acaba con la escena citada en el encabezamiento, en la que Rosmary mece al bebé en la cuna negra, adornada con un crucifijo colocado del revés.
Aquí podéis ver la secuencia completa (en español)
Trailer de la película (en inglés)
#1 por OVER el 28 noviembre, 2008 - 06:06
Tetrica. Siempre he tenido aprehension a las peliculas de los 60´s porque me da la impresion de que todas quieren destacar los decorados de la escenografia y nada de la historia ni la trama igual que aquellas hechas en los 50´s (LOS DOCE DEL PATIBULO POR EJEMPLO ME HABIAN COMENTADO QUE ERA LA ANTECESORA DE LAS PELICULAS ACTUALES DE GUERRA……QUE DECEPCION.)Pero acabe de ver este fragmento y de veras que provoca mucha tension a pesar del doblaje, muy actual, quisiera verla completa.
#2 por Hernán el 28 noviembre, 2008 - 15:18
Siempre me pareció genial el gesto que interpreta Mia Farrow apenas descubre a su bebé en la cuna, ese grito seco que nunca llega a realizarse y es reemplazado por una suerte de alarido en la banda sonora. Y también creo que uno de los factores que vuelven genial a toda la secuencia es el uso que hace Polanski de su famoso y tantas veces utilizado «plano nuca», esa puesta de cámara que, aun sin identificarse ciento por ciento con la mirada del personaje, se transforma rápidamente en su particular y férreo punto de vista. En este caso, una cámara subjetiva tradicional habría perdido el efecto deseado, ya que si bien este plano nuca adopta con precisión el lugar de acción y descubrimiento de Rosemary a medida que avanza por el espacio, no por ello deja de agregar una segunda mirada acuciante que vigila, sin decirlo, los nerviosos movimientos de la protagonista.
Saludos y hasta pronto.
#3 por MrLombreeze el 28 noviembre, 2008 - 15:35
Pedazo de spoiler te has pegado en esta entrada. Aunque tienes razón en que con este título en español.., je,je.
Gran escena y gran película.
Una de las pocas cintas de Terror, junto con El Resplandor y El Exorcista, realmente para adultos.
#4 por Swanson el 30 noviembre, 2008 - 01:15
Over: Ya contarás cuando puedas verla completa.
Hernán: Has descrito la secuencia en su parte técnica perfectamente. Sólo por ese final, ya se la podría valorar como una gran película.
MrLombreeze: Spolier desde el título 🙂
Saludos
#5 por Briony el 1 diciembre, 2008 - 01:02
Curiosamente no vemos al niño, pero ese detalle hace que todavía nos sintamos más aterrorizados.
Inquietante escena y excelente película que siempre es bueno recordar, Swanson.
PD: Qué bien le sentaba el pelo corto a Mia Farrow y menudo neandertal el encargado de darle un título en español (suerte que no les dio por eliminar «Psicosis» y sustituirlo por «Las dos caras de Norman Bates»…)
#6 por MrLombreeze el 1 diciembre, 2008 - 15:26
jajjajaja, muy bueno Briony. Un buen tema para que habléis un día de los títulos-spoiler (reales o inventados)
Qué tal «El planeta de los simios» como «Anda!, si resulta que esto es La Tierra!».