Rodada en Barcelona y Oviedo. Protagonizada por Javier Bardem, Scarlett Johansson y Penélope Cruz. Dirigida por Woody Allen. El resultado de esta suma de factores es obvio: “Vicky Cristina Barcelona” (2008) puede despertar la curiosidad de muchos.
Vicky (Rebecca Hall) y Cristina (Scarlett Johansson) son dos amigas norteamericanas que deciden pasar el verano en Barcelona alojadas en casa de unos amigos: los Nash (Patricia Clarkson y Kevin Dunn). Vicky está preparando un estudio sobre la identidad catalana y se encuentra a las puertas de casarse con su aburrido novio Doug (Chris Messina). Cristina sólo pretende disfrutar de unas “excitantes” vacaciones en las que dar rienda suelta a su alocada libido. Dos mujeres diametralmente opuestas en su concepción del amor que, parafraseando a Jane Austen, encarnan el sentido y la sensibilidad. No en vano, Allen utiliza el recurso fílmico de la polivisión para remarcar gráficamente dicha diferencia.
Vicky representa a una joven supeditada a los formalismos y a lo racional. Cristina rezuma sensualidad (y sexualidad) por los cuatro costados dejándose llevar por sus impulsos.
Estos dos modos de vivir el amor se encuentran con Juan Antonio (Javier Bardem), un pintor catalán con un turbulento matrimonio a sus espaldas, que conquistará (de formas distintas) a ambas mujeres después de proponerles un viaje relámpago a Oviedo.
La relación entablada con Juan Antonio mostrará las antitéticas reacciones que sufrirán Vicky y Cristina. La primera consentirá en casarse con su novio (siguiendo las normas sociales y tal y como todos esperan) aunque está enamorada de Juan Antonio y la segunda acabará compartiendo cama y casa con el artista sin importarle que, de repente, irrumpa en sus vidas María Elena (Penélope Cruz), la neurótica ex mujer del pintor.
Mientras que la primera historia me resulta bastante sosa y algo aburrida, ese triángulo amoroso entre la díscola Cristina, el arrebatador Juan Antonio y la desmesurada María Elena es lo mejorcito de la película.
El tempestuoso amor (y odio) que une a Juan Antonio y María Elena nos brinda alguna de las escenas más antológicas de la cinta. Por eso recomiendo a todo el mundo que no se pierdan la VOS para disfrutar de las disputas en español de Bardem y Cruz, sobre todo si tenemos en cuenta que, tal y como he leído, Allen les dejó improvisar en esos momentos.
Sin embargo (pensé que nunca iba a escribir esto), es Penélope Cruz la que se lleva el gato al agua “comiéndose” en escena tanto a Bardem (que, de todas formas, cumple a la perfección con su papel) como a la Johansson (sigo sin entender qué le encuentran a esta chica) a la que literalmente anula. Por cierto, la comentadísima escena lésbica es de lo más recatadita.
Cruz está fantástica componiendo a esa pintora con tendencias suicidas (y homicidas) que recela de Cristina (aunque termine por formar parte de un ménage à trois) y que sigue amando a Juan Antonio a sabiendas de que no pueden soportar vivir juntos, pero tampoco separados: amor-odio racial, destructivo y pasional.
Y envolviéndolo todo aparece Barcelona: la Sagrada Familia, el Hospital de Sant Pau, el Passeig de Gràcia, Collserola, las Rambles, la Pedrera, el Parc Güell o el Tibidabo son algunos de los rincones que sirven de magnífico escenario para las evoluciones de los amantes.
Dejando de lado la ya citada historia de Vicky (y añado la de los Nash) que, para mí, es perfectamente prescindible, tengo que señalar tres elementos que tampoco me han acabado de convencer. En primer lugar seguimos “padeciendo” algunos de esos topicazos de “charanga y pandereta” tan habituales cuando este país aparece retratado bajo el punto de vista de algún realizador extranjero, aunque siempre sea un gustazo escuchar de nuevo las notas de “Entre dos aguas” de Paco de Lucía. En segundo lugar una voz en off que, en muchas ocasiones, está de más. Y, finalmente, ese horror de canción titulada “Barcelona” perpetrada por los más horrorosos Giulia y Los Tellarini que marcan el inicio de la película.
“Cristina Juan Antonio María Elena Barcelona”: ése debería haber sido el título. Lástima que sea tan largo…
Para ver la ficha de la película, pincha aquí
#1 por David Saltares el 27 septiembre, 2008 - 02:04
Precisamente es la última peli que he visto en el cine y hablo de ella en mi blog.
A mí me gustó mucho, sobre todo la visión de las relaciones que da. Papeles bordados, excepto el de Scarlett que, como dices, no destaca entre tanto portento.
Lo que no me gustó tanto fue la descarada publicidad que se le hace a Barcelona.
Saludos.
PD: la canción me hacía gracia jeje
#2 por redrumum el 27 septiembre, 2008 - 20:13
Desde que se tiñe de rubio platino Scarlett no interpreta, forma parte del paisaje.
Y el título es de traca…
¡1 saludo!
#3 por Karelia el 16 enero, 2009 - 19:59
La he visto hace un rato y aun no se que opinar de ella.
Para empezar, ha sido rarísimo, que por una vez en su vida Bardem y Cruz no se hayan autodoblado, la voz de Cruz era de una niña gruñona y estridente, por lo que las disputas entre ambos eran dolorosas para los oidos.
Lo segundo, la cancioncita de la que hablas, totalmente insoportable en toda la película.
Y la voz en off, se creian que era un cuento de Disney?????
La historia, normal, tampoco me parece tan original, pero bueno, es pasable.
La Clarckson……sin comentarios, es que se nota que esta interpretando su papel y punto, no pone entusiasmo, ni pasión, igual que la Johanson, que forma parte del paisaje, ya que es absolutamente arrastrada a la nada cuando sale en pantalla la Cruz (y mira que tampoco me gusta).
Tiene demasiados altibajos, pero casi que he sacado mas cosas malas que buenas a esta película!!!!!!