Recordando una de NINJAS: «Ninja 3. La Dominación»

Os voy a reconocer una cosa. De toda la gente con la que he podido hablar de esta película (cuando se ha dado la ocasión. A ver si os pensáis que voy parando a la peña por la calle :P) sólo una persona la ha recordado. Incluso me ha comentado alguna escena con la cual nos hemos partido de risa (el ninja rompiendo una bola de golf con la mano, levantando un coche con la mano -de los que hay en esas pistas-, haciendo explotar una pistola disparándole con una cerbatana y acertando en el bujerillo…).

Y es que los Ninjas tuvieron un grandísimo momento en la década (y añorada) de los ochenta. Donde ese subgénero lo podíamos encontrar en buena parte de las estanterías de los videoclubs de aquel entonces.

 Algunas quedaron olvidadas en mi memoria totalmente, pero otras, como la que aquí comento, se quedó para los restos. No es una grandísima película de Ninjas ni mucho menos, aunque a mí me gustó bastante en su momento, pero la selección que hace el cerebro no se puede dominar.

Un ninja acojonaba. Silencioso, sabedor de mil y una formas de matar, dominio absoluto de armas de largo y corto alcance, un hueso duro de roer (aunque Michael Dudikoff los mantuvo a raya en tres entregas de «El Guerrero Americano». Como pasan los años, va a cumplir 54 el colega). Si a eso sumamos el hecho de que sólo se les veían los ojos y de que el negro era su color favorito :P, echate a correr y no pares.

«Ninja 3: La Dominación». Es la causante de este post. Así que echémosle un vistazo y entremos en la máquina del tiempo hasta el año 1984.

 

La película cuenta la historia de un ninja que después de muerto (no creáis que no opuso resistencia. Posiblemente los primeros veinte minutos sean de los mejores de la película) posee a una jovenzuela para cobrarse la consiguiente venganza de rigor sobre los causantes de su muerte.

Evidentemente, la susodicha esta mu rica (como diría Miky Nadal «ayyyyy omá que rica!!!». Para hacerle un traje saliba como se diría vulgarmente y sin ningún pudor. Así que en determinados momentos se quedará en trance (posiblemente de ahí venga el título en italiano) y empezará a matar de diferentes formas. Igual estas en un jacuzzi tan ricamente y acabas siendo una víctima, nada casual, de la obligada asesina ninja.

Por supuesto no podía faltar Shô Kosugi. Un hombre que sin tener una extensa filmografía (salta a la vista) se hizo un hueco en el cine de aquella época, con buenos resultados. Aquí intentará liberar a la moza poseída, ya que él es un ninja bueno y el otro más malo que un dolor de muelas. Todo queda en casa vamos.

 Si os soy sincero, iba a ubicar este post en «Recordando trailers de antaño», pero me he dado cuenta de que no hay colgado ningún trailer de esta película (al final voy a dudar de que existiese). Así que he cambiado el título (no mucho) y os voy a ofrecer algunas de sus mejores escenas. Que prácticamente será lo mismo que ver la película no os voy a engañar. Así sabréis con qué os enfrentáis 😉

NINJA 3: THE DOMINATION. matanza en el campo de golf

NINJA 3: THE DOMINATION. la masacre del funeral

NINJA VS NINJA

NINJA 3: THE DOMINATION. escena del jacuzzi

 

Una curiosidad. El cartel que podéis ver al inicio del post no ha sido fácil de encontrar. Es el que ví cuando alquilé la película y no lo olvidé. Pero si se busca por internet no se ve a la primera. Normalmente (excepto algún caso excepcional como es el caso del cartel italiano) podréis ver el que esta más abajo (con alguna variación -postura de la protagonista a la inversa por ejemplo- dependiendo del formato o del país).

  Cartel italiano que dista mucho del original. Perdón, no se parece en nada y punto. Pero la imaginación al poder, que demonios!!!

 

 

 

 

 

Fdo: Snake