Terence Steven McQueen, nació el 24 de marzo de 1930 en Beech Grove, en el estado de Indiana.
Su padre abandonó el domicilio familiar a los pocos días de su nacimiento, y nunca llegó a conocerle.
Pasó su infancia en Misuri, estado situado en el Medio Oeste, a donde su madre lo había llevado para que viviera con su tío, pero a los 12 años, su carácter rebelde, hizo que tuviera que volver a vivir con su madre (instalada ahora en los Ángeles) puesto que a su tío le resultaba muy difícil continuar con su custodia.
A los 14 años, su madre lo recluyó en un reformatorio, incapaz de educarlo.
Sobre los 16 años abandonó el Centro, pero no regresó con su madre, y trabajó en diversos oficios para mantenerse: Limpiabotas, en un yacimiento petrolífero…
Posteriormente se alistó en los Marines, y cuando cinco años después se licenció, decidió que su futuro estaba en ser actor.
Se matriculó en el Actor’s Studio en Nueva York, gracias a la ayuda económica que el estado prestaba a los militares que se reincorporaban a la vida civil.
En 1952 se unió al Neighborhood Playhouse, también de Nueva York y estudió actuación con Uta Hagen y Herbert Berghof.
Trabajó como extra en “Girl on the rund” en 1953, y en 1955, participó en un par de episodios de series televisivas, y reemplazó a Ben Gazzara en la producción de Broadway “Hatful of Rain”. Al año siguiente continuó trabajando para televisión, y también consiguió un pequeño papel en “Marcado por el odio”, de Robert Wise, protagonizada por Paul Newman, a quien había conocido durante su etapa en el Actor’s Studio.
Sus apariciones en televisión le proporcionaron un cierto reconocimiento, y ser conocido por directores que también dirigían para la gran pantalla. Ese fue el caso de Robert Stevens, que le ofreció un papel en 1958, en su película “Never Love a Stranger”, en la cual ya aparecía su nombre en los carteles anunciadores. Ese mismo año, protagonizó “La cosa” («The Blod”), de Irvin S. Yeaworth Jr, film de terror, actualmente considerado de culto.
Aunque ese no fuera su definitivo lanzamiento para el cine, y continuara con sus trabajos para televisión, su nombre comenzó a sonar, y en 1960 fue uno de “Los 7 magníficos”, de John Sturges, al lado de Yul Brinner. La interpretación de su papel en ese bien confeccionado “remake” de “Los 7 samurais”, de Akira Kurosawa, recibió muy buenas críticas.
Tres años más tarde le llegaría su consagración como estrella con la película “La gran Evasión”, de John Sturges, un conseguido film de acción, con una excelente banda sonora de Elmer Bernstein, en el que McQueen, daba vida a un oficial prisionero en un campo de concentración nazi, que pretende organizar una fuga en masa. Fueron muy alabadas las arriesgadas escenas en las que el mismo condujo una motocicleta, sin utilizar los servicios de ningún especialista.
En 1966 fue nominado para el Oscar al mejor actor por su papel en “El Yang-Tsé en llamas”, de Robert Wise, ambientada en la conflictiva China de 1926.
De 1968 son “El caso de Thomas Crown”, de Norman Jewison y «Bullitt», de Peter Yates, que contiene una de las persecuciones automovilísticas mejor filmadas. Las dos recibieron buenas críticas.
Ya en la década de los setenta, en 1972, protagonizó “La Huída”, de Sam Peckinpah, al lado de la que se convertiría en su segunda esposa, Ali McGraw, y que había compartido cartel con Ryan O`Neal dos años antes, en la exitosa, pero insufrible y empalagosa, “Love Store”, de Arthur Hiller.
“Papillón”, de 1973, dirigida por Franklin J. Schaffner, y “El coloso en llamas” (1974), de John Guillermin e Irwin Allen, fueron las últimas que rodó antes de tomarse un descanso del cine, de dos años, para dedicarse a otras actividades.
Rodó en 1976 “Dixie Dynamite”, de Lee Frost, y en 1978, “El enemigo del pueblo”, película que produjo su propia productora, “Solar”, y en la que posiblemente realizara el mejor papel de toda su carrera, aunque no sea, de su filmografía, de las más apreciadas y recordadas.
Tan sólo participó en dos films más, y los dos en 1980, año en el que murió a causa de un ataque cardiaco, producido por el agresivo tratamiento al que estaba sometido para frenar el cáncer de pulmón que padecía.
Falleció el 7 de noviembre de 1980, en Juarez, México. Tenía 50 años.
Vida personal:
McQueen, personaje carismático, siempre tuvo fama de mujeriego y de llevar sus pasiones al límite, así como de carácter caprichoso y dominante.
Fue uno de los actores mejor pagados de su época, pero también de los más difíciles de dirigir. Sturges, que lo hizo en dos ocasiones, sobre todo, de “La gran evasión” no guardó un buen recuerdo, a causa de los continuos enfrentamientos que tuvo que mantener con el.
Y se convirtieron en famosas sus exigencias durante el rodaje de “El coloso en llamas”.
En principio, a McQueen le ofrecieron protagonizarla, dando vida al arquitecto del edificio, pero se “enamoró” del jefe de bomberos, que era un papel secundario. A Paul Newman, pues, se le ofertó el de protagonista. McQueen obligó entonces a los guionistas a escribir exactamente el mismo número de líneas de diálogo para su bombero que las que tenía el papel de Newman. Exigió también el mismo salario que se le pagase, y pretendió aparecer en el cartel de la película y en los títulos de crédito en primer lugar. Tuvieron que ponerlos en diagonal para evitar más conflictos.
Su afición a la velocidad y a los coches de carreras, le hicieron plantearse seriamente dejar el cine y convertirse en piloto profesional.
Estuvo tres veces casado, y dos de sus matrimonios acabaron en divorcio (uno de ellos con Ali MacGraw). Llevaba apenas diez meses unido a su tercera esposa, cuando falleció. Con su primera mujer tuvo dos hijos, un niño y una niña.
Para ver su filmografía completa, pinchad aquí
Swanson
#1 por Budokan el 11 junio, 2008 - 05:36
Sin dudas uno de los más grandes actores fotogénicos de la historia del cine. Un duro con estilo. Saludos!
#2 por Peter Parker el 11 junio, 2008 - 10:01
Me encantó en La Gran Evasión! Un tipo carismático, sin duda.
#3 por Forni el 11 junio, 2008 - 11:11
Una pequeña corrección a tu genial post:
<>
El título original es «The Blob», y en España el título fue «La Masa Devoradora». Hay un remake de 1988 dirigido por Chuck «Inmortal» Russell que quizás es más famoso: «El Terror No Tiene Forma».
«La Cosa» es otra peli (otra genial peli).
Muy buena reseña de uno de los actores más carismáticos de su tiempo. Me encantan «La Gran Evasión» (y ese maravilloso homenaje que le hacen las gallinas de «Chicken Run») y «La Huida» (no el truño de remake del matrimonio Baldwin, truño como el también insulso remake de «The Thomas Crown Affair»). Y qué decir de «El Coloso en Llamas», una película catastrofista coral como ha habido pocas.
Tal vez te haya faltado mencionar «Bullit» como película también destacada de su filmografía (con su resurreción para el anuncio del Ford Puma).
#4 por Forni el 11 junio, 2008 - 11:47
Y una auto-corrección a mi corrección:
Chuck Russell no dirigió «Los Inmortales», fué Russell Mulcahy. Me confundí de Russell.
Repetiré mil veces: «Antes de poner un dato lo consultaré ne IMDB. Antes de …»
#5 por Briony el 11 junio, 2008 - 23:29
Cuando era pequeña creía que mi padre y Steve (ahora entenderéis la familiaridad) eran primos. Tan rubios ellos y con esos ojos azules…
Cosas de la imparable imaginación infantil…
¡Briony! ¡A la «nevega»!